31 de diciembre de 2011

Tres o cuatro años

Para despedir el 2011 y recibir el nuevo año, con mis mejores deseos para quienes disfrutan de este anís moruno, una cita de hace 400 años:
[...] Por más que digan y encarezcan los aficionados a esta lengua que en espacio de tres o cuatro años se aprenderá consumadamente, parece imposible que los cristianos la podamos estudiar con tanta facilidad: pues como confiesan los mismos que esforzaban esta causa: de setenta años a esta parte, no ha habido uno bastantemente docto en esta lengua, en las letras sagradas, habiendo muchos gallardos ingenios y varones muy letrados procurado de veras el estudiarla: y Nicolao Clenardo, el que compuso el arte griega, que se inclinó a esto, con ser tan fácil en el estudio de las lenguas, le costó esta mucho trabajo y peregrinaciones, y gastó en ello la vida, sin que pudiese coger el fruto de su trabajo, pues de su tierra vino a Granada, para estudiarla de veras, y confutar esta malvada secta, y no hallando maestros a su gusto, pasó a África, y la estudió en Fez, y volviendo ya bastantemente instruido en ella, murió en la Alhambra de Granada. Pues, si para que este varón tuviese noticia de esta lengua fue necesario gastar en ello buena parte de su vida, y habiendo pasado ya tantos años no hallaba maestros idóneos; ¿cómo se estudiaría ahora con la facilidad que se representa? El P. Ignacio de las Casas, de la compañía de Jesús, que desde niño supo la lengua vulgar arábiga por el comercio que tuvo con los moros de Granada, y después toda la vida le duró el estudio y la afición a esta lengua por el grande celo que tuvo del bien de estas almas, y después la estudió en el Oriente, adonde fue por orden de la Sede Apostólica; con todo confiesa de sí que no llegaba su saber a poder escribir en esta lengua. ¿Pues cómo será posible aprenderla los demás en tres años, sino fuese ya muy bárbara y rústicamente?
---Damián Fonseca, Iusta expulsión de los moriscos de España, Roma, 1612, p. 457.

Ytemolojia arauica

Y hay así esta diferencia: que la arábiga fue lengua vulgar en España; más no fue vulgar de España, y la latina sí.
---R. Selden Rose, "The «España defendida» by don Francisco de Quevedo (Conclusión)", BRAH, 69 (1916), p. 158.

Descubro gracias a un twit de Alfonso de Zamora (reencarnado en Jesús de Prado) el artículo de , y a través de éste que Quevedo (sí, el mismo que decía que la arábiga es "lengua de perros") disponía en su biblioteca privada de una Ytemolojia arauica, que no es sino el Liber secundus grammatices arabicae, sive Etymologia arabica de Peter Kirsten (Breslavia, 1610), al que Thomas Erpenius (él mismo de natural, al parecer, algo quevedesco) tenía por un payaso (nugator) ignorante, hasta el punto de considerar que tanto esta segunda parte como la tercera que completaba la obra, y que contenía una traducción de la Jurrumía (الآجرومية), no merecían, en una palabra, ser leídas, según decía en una carta suya dirigida a Isaac Casaubon en 1611:
Petrus autem Kirstenius nuper reliquos duos Grammaticae suae libros evulgavit; qui quales sint, vis uno verbo dicam? Non merentur legi. O inscitiam homines et audaciam! ne نص quidem conjugare scit, nec Alcoranum unquam legit, (quod certe scio) et tamen Grammaticam Arabicam audet edere.
---Isaac Causabon, Epistolae, Rotterdam, 1709, p. 662.

Coincidiendo así, no en la forma pero sí en el fondo, con la crítica moderna de J. Fück (Die Arabischen Studien in Europa bis in den Anfang des 20. Jahrhunderts, Leipzig, 1995, p. 58-9):
Er blieb ein Dilettant, welcher die knapp bemessenen Mußestunden, die sein Beruf ihm ließ, den arabischen Studien widmete, ohne daß seine Begeisterung imstande gewesen wäre, die Unzulänglichkeiten seiner wissenschaftlichen Ausrüstung wettzumachen. Seine Arbeiten leiden daher an schweren Mängeln; in seiner Grammatik sind z. B. fast alle Zahlwörter falsch angegeben.
También Quevedo, que "estudió, demás de la latina, la lengua griega, la italiana, la hebrea, la francesa y la arábiga" según el abad don Pablo Antonio de Tarsia (Vida de don Francisco de Quevedo Villegas, Madrid, 1792 —ed. príncipe de 1663—, p. 23), pasa por ser un diletante cuando dice, p. ej., que:
Ala, voz con que se nombran plumas o brazos de las aves, es del hebreo הלך que significa encima; y de ahí Alá en arábigo Dios, y de ahí ala en en castellano, o porque lleva a lo alto, o porque ella está encima; o se dice del mismo halac que es andar, porque con ellas andan los pájaros, que es el volar suyo.
---R. Selden Rose, "The «España defendida» by don Francisco de Quevedo (Conclusión)", BRAH, 69 (1916), p. 146.

Con lo que autor, lector y obra quedan algo parejos.

La razón por la que Quevedo sólo contaba en su biblioteca con el segundo volumen de la obra podría hallarse en lo que parece una nota manuscrita suya, hallada en la llamada Colección Gayangos:
La nota apareció doblada a modo de marcador de página en el manuscrito RAH, Col. Gayangos, MS XL, vol. 7, que forma parte de un diccionario arábigo-latín y arábigo-español en 13 volúmenes apaisados, posiblemente del siglo XVII y según Gayangos, de "autor anónimo, aunque probablemente frayle español en Tierra Santa". Es difícil saber si la nota guarda relación con el material donde se encontró o si quedó depositada allí por casualidad. Figura en primer lugar la dirección del destinatario: "Para el Sr. Dn. Francisco Gómez de Quevedo, calle Segovia, frente (?) del Consejo de Guerra, en el mismo cuarto donde vivió el Sr. Gálvez". A continuación y de otra mano, consta "Mi Dueño y Sr., yo me equivoqué porque siendo el Primer Tomo el que me falta pedí el 2º y es aquel el que necesito. Perdone Vd. y mande a su amigo. Franco. Gomez de Quevedo".
---Cristina Álvarez Millán, "El Fondo Oriental de la Real Academia de la Historia: datos sobre su formación y noticia de algunos hallazgos", En la España Medieval, 32 (2009), 359-388, 359.

No es ésta la única ocasión en que un autógrafo de Quevedo aparece junto a un texto árabe: el manuscrito XIV.E.46 de la Biblioteca Nacional de Nápoles, que incluye varias de sus composiciones poéticas, pudiendo ser él mismo uno de los copistas, contiene también "uno scritto in lingua araba" en varios folios. Quevedo había residido en Italia entre 1613 y 1619, coincidiendo, quién sabe si con Diego de Urrea, "secretario de cartas africanas y asiáticas en lengua arábiga, turquesca y pérsica del gran Sultán de España" (كاتب السر للسلطان الأعظم سلطان إسبانية في مسايل إفريقية وآسية باللسان العربي والتركي والفارسي) y antiguo catedrático de árabe en Alcalá, que pasó en Nápoles sus últimos años de vida (aunque a su muerte, probablemente en 1615, Quevedo aún estaba en Sicilia).

Cuándo y en qué circunstancias estudió árabe Quevedo, si es que lo hizo tal y como dicen sus biógrafos siguiendo a Pablo Antonio de Tarsia (que fue como él —y quizá como el propio Urrea— académico ocioso de Nápoles), es un misterio.

4 de diciembre de 2011

Dilo tú y sucederate lo mismo

En un cruce de mensajes electrónicos, hace unos días, el profesor Federico Corriente me daba a conocer, cosa que le agradezco, esta burla de Quevedo, que forma parte de una serie de consejos reunidos bajo una primera y sencilla recomendación:
Si quieres saber todas las lenguas, háblalas entre los que no las entienden; y está probado. [...]

La arábiga no es menester más que ladrar, que es lengua de perros, y te entenderán al punto.
---Francisco de Quevedo, "Libro de todas las cosas y otras muchas más", Obras de don Francisco de Quevedo, Amberes, 1699, p. 464.

Eran otros tiempos, pero casi un siglo antes (Quevedo publica esta obra jocosa en 1631) decir que se sabía árabe, al menos en grado suficiente como para enseñarlo en una universidad, todavía requería una demostración práctica:
AUSA, 13, p. 473-4
E abrieron por una parte en el dicho libro, e le cupo por suerte según allí se dijo el evangelio de San Juan en el capítulo segundo, en el cual libro para ver si era así el dicho señor rector puso una rúbrica; e Alonso Méndez e Bartolomé Gasco consiliarios pusieron ciertas señales en él, porque el dicho evangelio de San Juan era escrito en arábigo e le mandaron al dicho comendador lo tradujese en latín. E una carta en romance para que la tradujese en arábigo. E le dieron hoy domingo en todo el día estando encerrado en el claustro de arriba. E lo que ansí dio los dichos señores rector e consiliarios lo enviaron a la ciudad de Granada por el bachiller Alonso Méndez, consiliario, para que lo trajese interpretado de personas doctas para ver si era persona bastante para leer dicha cátedra. [...]

Este dicho día, mes y año [6 de mayo 1543] los dichos señores rector e consiliarios dieron todo su poder cumplido bastante según que en tal caso se requiere como rector e consiliarios del dicho Estudio al dicho Alonso Méndez, consiliario que presente estaba especial y expresamente para ir a la ciudad de Granada con unos pareceres que dio el comendador de la Vera Cruz a se informar de los arábigos e intérpretes de la lengua arábiga e ante ellos e ante cualquier de ellos pueda presentar una fe firmada de mí el infraescrito notario y sellada con el sello de la dicha Universidad; la cual dicha fe ante ellos e cualquier de ellos la pueda abrir para que los tales arábigo o arábigos o intérprete o intérpretes de la lengua latina en arábiga vean si el capítulo segundo del evangelio de San Juan contenido en la dicha fe e involtorio cerrado y sellado con el dicho sello si está bien interpretado de latín en arábigo; e para que se informe de ellos si será la tal persona bastante para lo enseñar la que lo interpretó públicamente la dicha lengua arábiga en las escuelas según por el dicho capítulo colegieren. E ansí mismo un pedazo de carta que dentro va de romance vuelta en arábigo.
---Vicente Beltrán de Heredia, Cartulario de la Universidad de Salamanca (1218-1600), Salamanca, 1972, II, 597-598.

Demostración que podía consistir incluso en un careo entre los opositores, como se desprende de esta acta de claustro del 27 de noviembre de 1511:
AUSA, 5, p. 778
El señor maestro fray Alonso de Valdivieso, eso mismo diputado, dijo que él no sabe lenguas hebraica y caldea ni griega ni arábigo [...]. Y cerca del Comendador, que bien puede él saber las lenguas que se dice saber, pero que en ninguna de ellas habla, y de lo que el dicho señor maestro no ve, no puede juzgar. Y que él, no perjudicando a nadie, dice que Alonso de Zamora ha dado noticia y conocimiento de su verdad, y el señor Comendador bien puede saber todo eso, pero no lo ha mostrado. Y porque él no le haga injusticia al señor Comendador, suplica y requiere al señor rector mande que se junten los señores diputados y el señor Comendador y Alonso de Zamora, y allí se hablen y delante todo el claustro, porque aquellos señores vean lo que deban hacer.
---Miscelánea Beltrán de Heredia, Salamanca, 1972, I, p. 456.

Si bien la escasez de expertos, que al ser la cátedra trilingüe habían de probarse tanto en árabe como en hebreo y siriaco, daría lugar probablemente a más de un caso como el de José Fajardo, p. ej., que al ser consultado en 1588 sobre el célebre pergamino de la Torre Turpiana, "se excusó por no tener suficientes conocimientos de árabe", pese a haber leído "una lección de arábigo" (es decir, haber sido profesor de este idioma) en Salamanca entre 1569 y 1579. Parece evidente que catedráticos como Diego de Urrea, que lo fue en Alcalá de Henares, no debía haber muchos.

Poco a poco, con el paso de los años, el árabe no haría falta ya ni ladrarlo, como sucedía en opinión de Quevedo con el griego o el hebreo, en cuyo caso, "como todos los que lo saben lo saben sobre su palabra, por sólo que ellos dicen que lo saben: dilo tú", concluye, "y sucederate lo mismo". Y así hasta hoy.

15 de noviembre de 2011

Algo fel7al

Dice el joven del vídeo, Alaa Wardi (علاء وردي), un ingeniero de sonido iraní radicado en Arabia Saudí (y algo asqueado —قرفان— al respecto), que la letra de esta canción es incomprensible (غير مفهومة) y que no tratemos de entenderla. Ideal, en fin, puesto que no hay que entenderla, como ejercicio de comprensión para un examen de ésos que no se hacen (ni se harán jamás, me decía hace poco una colega) para ser profesor de árabe en una universidad española, al contrario que para serlo de una Escuela Oficial de Idiomas o para convertirse en intérprete jurado.

11 de noviembre de 2011

El nuevo temario de siempre

Se acaban de publicar, por Orden EDU/3137/2011, de 15 de noviembre, los nuevos temarios que han de regir en los procedimientos de ingreso al Cuerpo de Profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI), entre ellos el de la especialidad de árabe, que es el que interesa aquí.

Ya el anterior, aprobado por Orden de 19 de noviembre de 2001 (BOE de 31 de diciembre), motivó una crítica y una carta de protesta, firmada por 16 profesores, entre universitarios y de EOI, y publicada en Arabismo.com, que sin duda llegó al autor o autores del mismo, a juzgar por algunas enmiendas que se han introducido, pero que en su mayor parte quedó en papel mojado.

Ahondando en la "hibridación" (mezcla de tradiciones y de terminologías gramaticales) que se denunciaba entonces, en esta ocasión abundan las transcripciones de términos árabes siguiendo un criterio poco claro: si primero se habla de "verbos trilíteros y cuadrilíteros", de seguido se habla de "verbo mudjarrad" (مجرد) y de "verbo mazîd" (مزيد), como si para 'trilítero' (ثلاثي) y 'cuadrílitero' (رباعي) no hubiera equivalentes en árabe; y éste es sólo uno de los muchos ejemplos que podrían ponerse: el sustantivo es "sustantivo" y el dual, "dual", pero los demostrativos son "asmâ´ l-ishâra" (أسماء الإشارة) y el imperativo es "amr", mientras que el verbo a veces es "verbo" y otras "fi`l" (فعل), etc., etc. Pero si hay algo llamativo es cómo la llamada scriptio defectiva parece haberle jugado una mala pasada al autor o autores: es el caso de "al-s:iffa" (الصفة), adjetivo, que parece haberse tomado (en un clásico error, quién sabe si por falta de hábito) por un sustantivo de la raíz صفّ, en lugar de وصف, que es a la que pertenece; o el de "mu`tal" (معتلّ), donde no sobraría, sino que faltaría una ele, como en "djar" (جرّ) una erre.

Otro tanto cabría decir de transcripciones como "mâdi" ('pasado', por ماضٍ) o "fi`l muta`addy" ('verbo transitivo', por فعل متعدٍ) que permiten hacerse una ligera idea de los entuertos que, en aras de la gramática, se le hacen a la gramática misma.

Suerte que esta vez son muchos los temas compartidos con otras especialidades, quizá en respuesta también a aquella protesta de 2002, que al comparar los temarios de unas y otras calificaba al de árabe de "plaza fuerte invulnerable a los embates de las corrientes y enfoques desarrollados en los últimos treinta años" en el ámbito de la enseñanza de lenguas extranjeras.

18 de octubre de 2011

Awesome tape from Algeria

Hace unos días leí en El País Tentaciones este artículo de Manuel Cuéllar sobre el blog Awesome Tapes from Africa de Briam Shimkovitz. Echándole un vistazo y viendo los dos o tres cajones que tengo llenos de "casetes increíbles", alguna que otra también del grupo rifeño Ithran (إثران, 'estrellas'), he pensado que, de seguir los pasos de Shimkovitz (o los de Ted Swedenburg), este blog tendría cuerda para rato...

De momento no hay qué temer, pero si tuviera que comenzar rescatando una carátula para la posteridad, sin lugar a dudas sería ésta de cuando Khaled era Cheb Khaled (الشاب خالد), con zapatos blancos y fondo alpino:

Y la última canción de la cara B, a cuyo título le sobra el guión en la carátula: "Ki kount ouki oulite" (كي كنت وكي وليت), que le viene como anillo al dedo:

"Ay, madrecita", dice Khaled, "quién me ha visto y quién me ve"; aunque en la canción no sea por efecto del éxito y del paso del tiempo, sino por una tunanta (مريولة) que le ha robado el corazón. Aunque de todo el álbum probablemente mi favorita sea "La mairie" (sí, 'el ayuntamiento' en francés, donde se casa y se divorcia la gente):


Qué canciones aquellas, que comenzaban con "Editions MCPE..." como ésta (o el clásico "éditions Disco Maghreb") y continuaban en árabe: «تقدم...‏» ("presentan a..."), seguido del nombre del artista y, a veces, de una o varias dedicatorias (la llamada تبريحة, que en ésta aparece al final); o cuyas letras, siempre algo malditas y tangueras, podían llegar a contradecirse en el espacio de una misma cara, como sucede con el tema que abre la A, en que la colega (بنت امّا —que es como decir أختي—) está vieja y fea («هاي كبرت المريولة كي شيانت»), y el que la cierra, en que aún es joven («ما زال كي / زلتي صغيرة عمري وشيانت») pero ya se ha echado a perder igualmente.

Y qué de tiempo e intentos, cinta adelante y atrás, para acabar entendiendo dos o tres palabras... Hoy, en cambio, las probabilidades de localizar en Internet la letra de una canción, traducida incluso, son muchas (salvo en el caso, tal vez, de antiguallas como éstas y otras rarezas), y más aún las de conseguir todo tipo de música árabe sin moverse de casa. No hay necesidad, en fin, de ponderar lo que representa Internet para el estudio de lenguas extranjeras, pero sí tal vez la utilidad de las canciones, que son tal vez el mejor empaquetado que, a efectos de aprendizaje, admite un idioma.

15 de octubre de 2011

Basma

La publicación de nuevos materiales didácticos para la enseñanza del árabe a hispanohablantes siempre es una buena noticia, habida cuenta de la carencia que arrastramos, y que no lo es menos por ser mal de muchos, es decir, también fuera de España. A tal punto llega la cosa que unas ilustraciones atractivas y una impresión a más de dos tintas puede considerarse, ya de entrada, garantía de éxito. A bombo y platillo anuncia la Georgetown University Press el "four-color design" y las "over 100 illustrations and photographs" de la 3ª edición de su célebre Al-Kitaab fii Ta'allum al-'Arabiyya (الكتاب في تعلم العربية), y de su introducción al alfabeto árabe, Alif Baa (ألف باء), lo cual hace posible "color-coded word and phrases".

23 de septiembre de 2011

Locura por voluntad propia

(Atención: esta entrada requiere altavoces, volumen y también, en algún momento, cerrar los ojos —como Orhan Veli cerraba los suyos para escuchar a Estambul—.)



Dice Ismail Fawzy (إسماعيل فوزي), uno de los vocalistas del grupo Wust El-Balad (وسط البلد), en esta canción de 2007, titulada "Loco" (مجنون), que él lo está, que su locura es por voluntad propia y que grita con todas sus fuerzas: "Derrumbaos, capitales". Capitales, dice, no hay. Pasaportes, dice, tampoco. Ni fronteras. Son barreras que separan a la gente. No hay ni Norte ni Sur: la nacionalidad es el corazón. Si amas y te mezclas, el mundo te amará. "Elimina", pide a quien le escuche, "los meridianos. Borra los paralelos". Dice que blanco no hay, que negro tampoco, que todos venimos de la tierra; que es el amor de la humanidad, de la gente, lo que le vuelve loco, y que lo está porque aún siente y padece:
مجنون، مجنون... وجنوني باختياري
باصرخ بعلو صوتي: يا عواصم انهاري

عواصم مفيش مفيش... مفيش جوازات سفر
حدود مفيش مفيش، سدود بين البشر

وهو ذا جنوني... وهو ذا جنوني
(أنا أنا أنا) مجنون مجنون مجنون

مفيش شمال وجنوب، جنسيتك قلبك
قم يالله حب وذوب والدنيا هتحبك

إلغي خطوط الطول، امسح خطوط العرض
أبيض مفيش، أسود مفيش، كلنا من نبت الأرض

مجنون بحب البشر مجنون بحب الناس
مجنون لأني مفقدتش الإحساس
Quítense algunos rasgos dialectales comunes y la típica pronunciación cairota de ج (como گ en persa, /g/; no como غ, /ɣ/), poco más, y la propia letra de la canción franquea con holgura las isoglosas (las fronteras internas) del árabe (que de las externas ya se encarga, confío, la música y el optimismo que desprende).

Wust El-Balad saltaron a la fama gracias a este vídeo que sigue a continuación y que tiene como trasfondo la Revolución del 25 de enero, en el que uno de los fundadores de la banda, Hany Adel (هاني عادل —el que aparece en la imagen fija—), interpreta junto a Amir Eid (أمير عيد), del grupo Cairokee (كايروكي), el tema "La voz de la libertad" (صوت الحرية). Corría ya el mes de marzo cuando, viendo que la combinación de audición y lectura se prestaba bastante (por los carteles que van mostrando los protagonistas, con partes de la letra), decidí aprovecharlo en clase a propósito, o más bien con la excusa, de que 'libertad' formaba parte del vocabulario de la lección que estábamos viendo; y ahora confieso haber tenido que contener la emoción en más de una ocasión, amparado en la oscuridad del aula. De hecho, sigue ocurriéndome ante la voz y el poema de Abdel Rahman el-Abnudi (عبد الرحمن الأبنودي), "La plaza" (الميدان), del que la canción recoge un fragmento, sobre todo cuando al final de éste el poeta se pregunta, primero, si es con su sangre con la que está escribiendo una nueva vida para su tierra o es con la primavera, porque "las dos son verdes" (الاثنين بلون أخضر); y después, si está sonriendo de felicidad o es de tristeza.
 


Aunque a mí, si hay un vídeo que me emocionó aquellos días, fue este otro de Karim Shaaban (كريم شعبان), Viva Egipto (تحيا مصر), en el que también aparece, por cierto, Hany Adel (min. 1:08), que debió tirarse todo aquel día en la calle, como tantos compatriotas suyos:



Una emoción extraña en quien sólo ha pisado Egipto una vez y hace mucho tiempo, mezcla de empatía y cierta ternura, como al escuchar (min. 2:35) a la gente cantando la célebre "Egipto, madre, tú que eres la espléndida Baheya" (مصر ياما يا بهية) del Jeque Imam (الشيخ إمام) y Ahmed Fouad Nagm (أحمد فؤاد نجم): "Egipto, madre, tú que eres un barco, por más que se embravezca el mar, tus campesinos son tus marineros".

El segundo álbum de Wust el-Balad se titula Robabekya (روبابكيا, del italiano roba vecchia) que es, como su etimología indica, el género de segunda mano con que comercian traperos, chamarileros y... ropavejeros; y puede descargarse gratuitamente.

22 de septiembre de 2011

La pobreza estimada

AUDALLA [Avdalla < عبد الله?]
[...] Mas di: ¿dónde mi lengua has aprendido?

LEÓNIDO
Cualquier cristiano que en los pueblos trate de moriscos del reino de Valencia, la aprende como yo.
---Lope Félix de Vega y Carpio, La pobreza estimada. Comedia famosa, en Decimaoctaua parte de las comedias de Lope de Vega Carpio, Madrid, por Juan González, a costa de Alonso Pérez, 1623, f. 47r.

19 de septiembre de 2011

Las siestas de las granadas

"Nigra sum sed formosa [...]
Nolite me considerare quod fusca sim,
quia decoloravit me sol."
(Canticum Canticorum, 1, 5-6)
El equivalente en Túnez del llamado veranillo (de San Miguel, del membrillo), esos días de calor que preceden al descenso de la temperatura en otoño, son "las siestas de las granadas" (قوايل الرمان), por ser cuando madura también esta otra fruta.

La expresión sirvió de título, hace once años, a una película de Mahmoud Ben Mahmoud (محمود بن محمود), cuya temática, sin embargo, parece hoy más actual que entonces, a la luz de la suerte que están corriendo muchos africanos negros en Libia. La idea de la película, dice Ben Mahmoud en una entrevista con Nadia Meflah (نادية مفلاح) y Cécile Giraud:
[...] Vient d'une envie de confronter la société tunisienne à son Sud, et non pas aux civilisations du Nord, comme on a trop souvent tendance et l'habitude de le faire. J'avais une forte envie de regarder la société tunisienne avec les yeux de quelqu'un qui viendrait du sud du Sahara, sachant que ce pays, avec l'ensemble du monde arabe, a un contentieux très fort, occulté mais réel, avec les pays du sud du Sahara, avec la négritude.
Con lo que se aparta de una cierta "ligne de conduite et de pensée, par rapport à ce qu'on représente de la Tunisie: il n'entre pas dans des causes sympathiques de la lutte des femmes, ou d'espaces folkloriques diffusés par le cinéma tunisien"; al menos en su planteamiento inicial, porque Les siestes grenadines retrata igualmente una lucha femenina: la del personaje de Soufiya (صوفية), hija de francesa y tunecino, raptada por el padre y criada en Senegal, por adaptarse a la sociedad paterna, en la que ambos acaban de desembarcar. Será el descubrimiento del stambeli (السطمبالي), una tradición mística y musical tunecina similar a la de los gnawa (ݣناوة) en Marruecos, lo que reconciliará a la joven con su nuevo país de acogida, como declara a la revista Africultures el director de la película, que ya en anteriores se había ocupado de otras minorías presentes en Túnez, como los rusos en Anastasia de Bizerte (1996) o la comunidad italiana en Italiani dell'altra riva (1992). Parte del choque cultural de Soufiya se debe, precisamente, a ese "substrat raciste dans l'inconscient collectif" que persiste en Túnez, "mais qui ne se traduit que très rarement par une attitude ouvertement hostile".

A este respecto, raro es el curso en que, a propósito del ejercicio de la pág. 66 de Al-Kitaab fii Ta'allum al-'Arabiyya I (الكتاب في تعلم العربية‎, 2ª ed., 2004), no introduzco una nota cultural, casi obligada, para explicar a mis alumnos por qué la autora de uno de los anuncios matrimoniales en que consiste el ejercicio, una joven de Sudán (السودان, etimológicamente "los negros"), se define como "de color trigueño" (قمحية اللون); o por qué en otros anuncios parecidos se hace tanto hincapié en la claridad de la piel (بياض البشرة). Nunca está de más recordar que el racismo, como la estupidez y la infamia, se da en casi todas las épocas y lugares. Pero la cuestión que me interesa especialmente es cómo abordar en clase los prejuicios que, en general, pueden encontrarse, de un lado, en los hablantes de la lengua y, de otro, en los propios alumnos. Por experiencia sé que son bastantes, p. ej., los que al llegar al minuto 00:45 del audio de esta presentación, en que el protagonista dice tener "tres mujeres" (ثلاث نساء), "tres amadas" (ثلاث حبيبات), desconectan e interpretan la afirmación literalmente sin atender a la aclaración posterior del personaje y, sobre todo, a la realidad de la poligamia en Marruecos. "Notons que la polygamie", dice un informe del Consejo de Europa (doc. nº 6462, 27.06.1991, p. 11), "interdite en Tunisie, est très peu répandue dans les pays méditerranéens. Elle ne touche que 1 à 2% des ménages en Algérie et au Maroc, 3,5% en Libye, 4% en Egypte, contrairement à ce que l'on observe au sud du Sahara", donde el porcentaje ronda el 40%.

Suelen ser, de hecho, los contenidos socioculturales relacionados con el islam, que en Al-Kitaab, por seguir con el mismo método, aparecen desde la página 64, con "the family tree of the Prophet Muhammad" (عائلة النبي محمد), los que más expresiones de desconsideración concitan, de la sonrisa de suficiencia paternalista ("αφες αυτοις, ου γαρ οιδασιν τι ποιουσιν") al cabeceo de desaprobación o el resoplido de fastidio, tanto peor disimuladas cuanto que el profesor no aparenta extravasación alguna..., y algo más equívocas, eso sí, que las de algunos docentes: "Buscadlos en las mezquitas", me soltó una vez con sorna una de inglés, en medio de una reunión, mientras yo hacía prospectiva acerca del posible incremento de estudiantes de árabe en cierta titulación.

Si los prejuicios más exacerbados predisponen de manera general contra los prejuzgados y su lengua (de ahí que "la algarabía", como dice Julio Caro Baroja en Los moriscos del Reino de Granada, 1991, p. 133, ofendiera "al cristiano viejo, de neta habla castellana pero de poca cultura, como modernamente le ofende oír vascuence, catalán o, en general, otra lengua"), los menos indisponen el ánimo y son, a falta de una motivación poderosa, un estorbo para aprenderla. Ponderada la cuestión, lo que Karin C. Ryding denomina "reverse privileging", el hecho de que en la enseñanza del árabe como lengua extranjera se hayan primado tradicionalmente "the secondary discourses of literature and scholarship over the primary discourses of everyday living, which take place in colloquial Arabic" ("Educated Spoken Arabic: A Flexible Spoken Standard", The NECTFL Review, 64, 2009, p. 50), no es sino consecuencia (y causa a la vez) de una serie de prejuicios acerca de dicho árabe, pero, más aún, acerca de sus hablantes, sin que el trato cordial (invariablemente en una lengua europea) con algunos de ellos pueda considerarse una prueba en contra. Como indica M. Carmen Martínez (Análisis psicosocial del prejuicio, 1996, p. 83):
Si el contacto con un grupo [...] es menor, resultará más difícil tener información diagnóstica sobre sus miembros. En estas condiciones el estereotipo se mantendrá e influirá sobre las apreciaciones acerca de dichos sujetos. En contraposición, el conocimiento de información individualizada disminuirá el impacto de los estereotipos. Por ello, es posible mantener prejuicios hacia un grupo mientras que simultáneamente se interactúa de forma no prejuiciosa con algunos de sus miembros.
No es difícil imaginar que, si el objetivo inmediato de la mayoría de los profesores y estudiantes de árabe como lengua extranjera fuera la comunicación con árabes de carne y hueso, el panorama y la evolución de esta actividad serían muy distintos.

Pero como ya dije en su día, parece haber fronteras invisibles que, por más que se balicen, sólo puede distinguir y franquear uno mismo.



"Mi padre", dice Ben Mahmoud en el episodio que le dedica el programa de entrevistas Cita en tierra de emigración (موعد في المهجر) del canal Aljazeera (الجزيرة), emitido el 2.7.2009, "era un hombre un tanto extraño":
Por un lado era profesor de jurisprudencia islámica [فقه] en la mezquita Ez-Zitouna, en la Facultad de Ez-Zitouna [الكلية الزيتونية] de Túnez, y asimismo un sufí que ocupaba un puesto importante en la cofradía xadilí de Túnez, uno de sus pilares destacados; y además de estas dos actividades, era un enamorado del arte, de la música concretamente, y del teatro. Fue él quien me inculcó desde la niñez esta afición y este amor por el teatro, el cine, la música, la canción... Vamos, que era un hombre muy liberal, muy abierto: me matriculó en el instituto de los Padres Blancos, el que dirigían los frailes en Túnez. Mis profesores de árabe eran de origen palestino y libanés, y eso es lo que le hizo matricularme en dicho instituto, porque tenía mucho más interés y empeño en que yo aprendiera árabe que religión, porque para esa tarea ya estaba él. Lo del árabe, en cambio, era una de sus mayores preocupaciones.

17 de septiembre de 2011

Vivir para contarlo

En su blog sobre El arte de traducir, explica una antigua alumna mía, Eva María Martínez, "cómo estudiar árabe sin morir en el intento" (aunque sí desfalleciendo al final, podría añadirse, "cuando los caminos se tuercen").

Salvando alguna imprecisión, como que el libro de texto Al-Kitaab (الكتاب), utilizado masivamente en la enseñanza académica en EE. UU., ha sido concebido para cursos intensivos y hombres de negocios (?) o que el infinitivo (المصدر) del verbo 'despertarse' (استيقظ) se pronuncie "istayqād"; tópicos como que "el árabe es un idioma muy matemático", tanto más sugestivo cuanto que suele ir acompañado de una representación gramaticista y taxonómica de la lengua; o que "estás prácticamente obligado a irte a vivir a un país árabe" si quieres hablar (aun cuando en la Región de Murcia viven muchos más hablantes nativos de árabe que de inglés o francés);  salvando todo ello, digo, la entrada tiene el doble interés de no ser muchas las oportunidades que hay de saber de primera mano y sin muchos ambages qué opinan los alumnos de la enseñanza del árabe que reciben; y por otra parte, de contener algunas críticas que cualquier estudiante de árabe podría compartir, especialmente en estos comentarios de la autora:
La enseñanza de esta lengua en la universidad suele ser mediocre tirando a mala (siempre hay excepciones, por supuesto).

El árabe [...] decidí continuarlo en la universidad… aunque la enseñanza que recibimos allí me decepcionó bastante por lo que hablaba al principio del post: no hay buenos métodos y como no tengas suerte de caer con un buen profesor, las clases pueden ser un auténtico muermazo.

Efectivamente, los que queremos estudiar esta lengua dependemos absolutamente del profesorado que nos toque… yo he tenido de todo y cuando me ha tocado un profesor para peor, la verdad es que te daban ganas de dejar el idioma de lado, porque bastante complicado es él solito como para encima añadirle leña con un profesor que pone poco interés por enseñarlo.
Pero que, para desazón mía, he de admitir, no acierto a ver en qué o hasta dónde me conciernen personalmente, por aquello de que "siempre hay excepciones" (aunque no por fuerza ha de cruzarse uno con ellas, añadiría yo). Dicho lo cual, es obvio que en el mejor de los casos, como miembro del área de conocimiento responsable de la enseñanza del árabe que ha recibido esta ex alumna, algo de responsabilidad he de tener, si no es por obra, por omisión.

No sucede así con la elección del libro de texto en cuestión, de la que sí me hago responsable. También a mí Al-Kitaab me parece en algunos sentidos infumable, pero me temo que las alternativas no son muchas. Para empezar, el que Eva María considera "medio decente", El árabe contemporáneo 1 (العربية المعاصرة), publicado por el Institut Bourguiba des Langues Vivantes (معهد بورقيبة للغات الحية) de Túnez, y que yo mismo he empleado parcialmente, contradice de lleno la segunda de sus recomendaciones, porque está vocalizado profusamente, lo que no sólo habitúa a los alumnos a leer con xuclas (الشكلات), sino a pronunciar vocales que en el habla más ágil tienden a obviarse, y que además los alumnos, por efecto del vocalismo del español, tienden a abrir más de la cuenta. Prescindir de ellas no sólo no afecta, sino que puede mejorar incluso la comunicación, y les facilita, por otra parte, familiarizarse con la pronunciación dialectal. Y si es cierto que la selección del vocabulario o los escenarios puede parecer más adecuada, no lo es menos que los diálogos tienen, como los de tantas obras (en Al-Kitaab no los hay propiamente dichos), toda la artificialidad del árabe normativo empleado fuera del contexto que le es propio, aparte de ser, ésta sí, una obra concebida para unos cursos intensivos muy concretos, los de "Bourguiba School" (por los que han pasado varias generaciones de becarios españoles). Vaya esto (y el listado de universidades que han adoptado Al-Kitaab como libro de texto, que no justifica la decisión pero sí descarta que sea descabellada —"mal de todos..."—) en respuesta a "cómo se les ocurre implantar ése método en la universidad". Por otra parte, si hay algo que suelo repetir año tras año a los alumnos es que cada lengua dispone de los recursos didácticos que, generalmente por causas económicas y en menor medida políticas, puede o quiere permitirse. Los Estados árabes no parecen excesivamente interesados en promocionar su lengua oficial (ni dentro ni fuera de sus fronteras) a la manera de algunos europeos, y en los países que solemos denominar occidentales, el número de personas que la estudian es bastante reducido, aparte de que hasta no hace mucho, y seguro que aún hoy en algunos casos, la enseñanza solía girar en torno al dictado de apuntes gramaticales en la lengua del alumno, ilustrados con transcripciones y los ejemplos más extravagantes; y a la traducción de textos, por lo común medievales, sin más ayuda ni ciencia que la del diccionario, y de espaldas a cualquier posible uso comunicativo de la lengua.

En lo que respecta a esos "trucos para facilitarnos la vida hasta extremos insospechados en ciertos terrenos que muchas veces no nos enseñan", basta con hojear las 8 primeras lecciones de Al-Kitaab para comprobar que cuatro de ellos ya están ahí:
  1. La obra no contiene transcripciones, salvo quizá una o dos puntuales, aunque sí se emplean en la que le precede en dificultad, Alif Baa (ألف باء), p. ej., para elucidar la pronunciación dialectal.
  2. La vocalización desaparece a medida que el vocabulario se consolida.
  3. Y también 4, porque en realidad "esquemas" y "radicales" constituyen un único sistema morfológico de raíces y patrones (الجذور والأوزان) que se analiza en la lección 8, aunque, como indican los autores, el alumno para entonces ya ha podido observarlo en acción, al menos desde la lección 2, en que se introduce el llamado plural fracto (جمع التكسير).
Pero ninguno en el libro de Zahia Gafsi (زهية القفصي), la autora de El árabe contemporáneo 1, enteramente en árabe y destinado a un uso muy específico (los cursos del mencionado centro, un Babel de alumnos internacionales), por lo que carece de glosarios, consejos y explicaciones dirigidos al repaso y al aprendizaje autónomo, al contrario que Al-Kitaab, donde aparecen, en cada lección, en inglés.

Llegado a este punto sólo me cabe esperar que estas observaciones, de las que voy a hacer partícipe a Eva, la animen a la introspección y a profundizar para sus lectores en los detalles de su experiencia con el árabe.

21 de agosto de 2011

Omgangstaal eerst

Woidich en clase (© Henk Thomas)
Acabo de leer un artículo de Manfred Woidich, no sólo un dialectólogo de renombre, sino también coautor de varias obras para la enseñanza del árabe y de un excelente par de diccionarios, árabe-neerlandés y viceversa. Quizá sea una falsa impresión por mi parte pero, como en el caso de otros arabistas de los Países Bajos (Woidich nació en la Karlsbad checa pero ha sido profesor en la U. de Amsterdam desde 1983), uno no puede evitar preguntarse si todo, y todos, lo hacen tan bien, y si tiene algo que ver en ello su larga y fructífera tradición. Podían haberse quedado anclados en el pasado, piensa uno, pero no, no parece que lo hayan hecho.

18 de agosto de 2011

Atrae tanto como repele

—Tradicionalmente, en España los profesores de árabe eran capaces de traducir un texto del siglo XIV, pero incapaces de mantener una conversación en un mercado de Marruecos... Usted tiene fama de haber roto esa norma.

—He tratado. Mire, si un arabista es sincero, lo primero que tiene que proclamar es que jamás llegará a dominar la lengua árabe. Yo no tengo dificultades para mantener una conversación con un arabófono. He recorrido el mundo árabe de una punta a otra, y he podido entender y hacerme entender, con mayores o menores dificultades, en todos los países. Pero jamás llegaré a poseer la lengua árabe, lo que hace que uno esté siempre atraído por ella, y en cierto aspecto maldiciéndola. Atrae tanto como repele.

—¿Es por su complejidad?

—El mundo árabe es la apoteosis de lo que podríamos llamar la diversidad lingüística dentro de una misma lengua. Un árabe, para ser bilingüe o trilingüe, tiene suficiente con su propia lengua. La variedad dialectal es portentosa, no sólo de país a país, sino que existen variantes en grado y número nada desdeñable dentro del propio país; no sólo por razones geográficas, sino por razones sociales. Yo me entiendo mejor con los varones que con las mujeres, porque las variantes del lenguaje femenino me son menos asequibles. Estudiar la lengua árabe es introducirte en un bosque, pero las veredas existen, aunque estén ocultas. Dicho lo cual, esa circunstancia de los profesores, de la que hablábamos antes, creo que ha pasado ya. Se ha mejorado a pesar de las enormes dificultades administrativas que la enseñanza de todo lo que tiene que ver con lo árabe tienen en este país. Y mucho me temo que irá a peor en el futuro.
---Alejandro Luque, "Pedro Martínez Montávez. Arabista", Mediterráneo Sur, agosto 2011.

15 de agosto de 2011

Astros perlados

La Casida del manto (قصيدة البردة) del egipcio al-Busiri (البوصيري), compuesta en el siglo XIII (VII H.) y titulada originalmente Astros perlados en alabanza a la mejor de las criaturas (الكواكب الدرية في مدح خير البرية), es con toda certeza la más popular de las dedicadas a ensalzar al profeta Muhámmad (محمد ﷺ), aunque la primera en conocerse con este mismo nombre fuera Su'ad se ha retirado (بانت سعاد), de Ka'b Ibn Zuhayr (كعب بن زهير), quien la habría recitado en el momento de su conversión al islam ante el propio Profeta, imponiéndole éste, en señal de reconocimiento, el manto que llevaba —sin vínculo plausible, dada la contradicción de las versiones, con ninguno de los dos que bajo la denominación de Hırka-i Şerif se han conservado hasta hoy, a modo de reliquias, en Estambul, y que tradicionalmente se exponen en Ramadán; o con el de Qandahar (قندهار) en Afganistán, denominado خرقه شريفه o خرقه مباركه en idioma pastún (del ár. خرقة), exhibido al parecer en 1996 por el Fu Manchú de los talibanes, el Mollah Omar (ملا عمر); cuyo origen, como el del conservado en la estambuliota Mezquita del Sagrado Manto (Hırka-i Şerif Camii), se hace remontar al legendario Uways al-Qarani (أويس القرني), que lo habría recibido, al menos según el relato de 'Attar de Nishapur (عطار نيشابورى), como legado del Profeta, al que no habría tenido ocasión, sin embargo, de conocer jamás en persona.

De Karachi (کراچي), más de 750 km al sur de Qandahar, pero ya en el vecino Pakistán, es Waheed Zafar Qasmi (وحيد ظفر قاسمى), el naat khawan (نعت خوان) que interpreta aquí un fragmento de la oda con la cadencia propia de aquellos lares:

De al-Busiri, de ascendencia cenhegí (صنهاجي) y oriunda, según al-Maqrizi (المقريزي) de La Kalâa des Béni Hammad (قلعة بني حماد), se dice que tuvo trato con Abu l-Hasan Ash-Shadili (أبو الحسن الشاذلي), nacido en el seno de una tribu de Gomara (غمارة) y fundador de la célebre cofradía sufí que lleva su nombre; y que fue discípulo después del sucesor de éste, Abu l-'Abbas de Murcia (أبو العباس المرسي).

Al-Busiri compuso otros poemas similares; quizá, irónicamente, el menos conocido sea su Provisión para la otra vida en emulación de Su'ad se ha retirado (ذخر المعاد في معارضة بانت سعاد), con el que pretendía, como su título indica, emular el de Ka'b Ibn Zuhayr; pero fue a su vuelta del Alhiche (الحج) cuando escribió tanto el que nos ocupa como el que le sigue en fama, Meca en alabanza de la mejor criatura (أم القرى في مدح خير الورى), más conocido como Al-hamziya (lit., "la que rima en hamza" —الهمزية—), de la que incluyo aquí la versión (a partir del minuto 9:25) del tunecino Ahmed Jelmam (أحمد جلمام) y su grupo:

12 de agosto de 2011

A labor of love and unfeigned sympathy

García Gómez' form is very close to the original, but lacks the warmth of true sympathetic feeling. Some of the opinions he voices in his review of Pérès, in Al-Andalus V (1936-1939), pp. 283-316, entitled Una obra importante sobre la poesía arábigoandaluza, and in his article Convencionalismo e insinceridad en la poesía árabe in Al-Andalus V (1940), pp. 31-43, make one wonder why he studies a subject he does not seem to like. He may, however, correct later some of his hasty conclusions as he did with his Alusiones a los "Ijwan al-Safa" en la poesía arábigoandaluza, published in Al-Andalus IV (1939), pp. 462-465, corrected in Al-Andalus VI (1941), p. 257. His statement that Arabic poetry is the Cenicienta of Arabic studies may be true of Spain, but is not true of France, Germany, Holland, and England. The study of Arabic poetry must be a labor of love and unfeigned sympathy [...].

García Gómez' error consists in his trying to reduce Arabic Muslim poetry to the standards of his own aesthetic ideas of a madrileño, who has not grown up among the gardens, rivers and hills of Andalusia, like Juan Valera, and has no real sympathy with the Muslim life.
---Alois Richard Nykl, Hispano-Arabic poetry, and its relations with the old Provençal troubadours, Baltimore, 1946, xxv-xxvi.
Ni soy tan entusiasta, como él [Schack], de los árabes, ni denigrador, como él, de los arabistas españoles. [...] En los árabes veo poco o nada original, y no hablo del carácter, sino de la inteligencia, salvo la poesía ante-islámica, bárbara y ruda por los sentimientos, refinada, culterana y hasta pedantesca por el estilo, y falta de todo ideal. [...] No se opone lo dicho a que yo estime la civilización arábigo-hispana en todas sus manifestaciones; pero entiendo que esta civilización debe mucho a la influencia inspiradora del cielo de Andalucia, y a la raza que antes de la conquista habitaba allí. [...] Traduzco, pues, el libro de Schack, porque la poesía y el arte de los árabes en España nos pertenecen en gran manera; deben más bien llamarse poesía y arte de los españoles mahometanos.
---Juan Valera, "Advertencia preliminar del traductor", Poesía y arte de los árabes en España y Sicilia por Adolfo Federico de Schack. Traducido del alemán por don Juan Valera, de la Real Academia, Madrid, 1867, I, p. 6-9.
La irracionalidad de la «metodología» de Nykl es evidente y se comprende que despertase la irritación de alguno de sus colegas. García Gómez se rebela contra ella en su reseña de Hispano-Arabic Poetry. No sólo no es necesario sentir simpatía por lo que se estudia, afirma rotundamente, sino que esa pretendida simpatía sólo puede nublar el criterio científico. Sin que haya nada que objetar a esta toma de posición, habría resultado más convincente si en la propia obra de García Gómez no se pudieran detectar claros indicios de «antipatía» hacia muchas manifestaciones de la cultura y la vida social islámicas, tanto en el pasado como en su contemporaneidad.
---Manuela Marín, "Dos calas en la visión sobre al-Ándalus del orientalismo europeo", Al-Andalus/España. Historiografías en contraste. Siglos XVIII-XXI, Madrid, 2009, p. 210 (y pássim, sobre los encontronazos entre ambos autores).

11 de agosto de 2011

Lo fijo y lo mudable



No, el título de la entrada no alude al de la célebre tesis doctoral de Adonis (أدونيس), presentada en 1973 bajo la dirección de Paul Nwyia, S.J. (الأب بولس نويا اليسوعي), el mismo que en 1957 publicó en Al-Andalus un artículo que cuestionaba la hipótesis de Asín Palacios sobre "un precursor hispanomusulmán de san Juan de la Cruz" y, más en general, aquella tendencia a establecer una filiación entre sufíes andalusíes y místicos españoles; disensión que le valdría la nota de descargo que acompaña al artículo (p. 113), y que tanto hace al caso, también, de lo fijo y lo mudable:
Nuestra escuela y nuestra revista se basan y sustentan en una tradición; pero en una tradición viva, no en una tradición muerta y petrificada. Por eso acogemos y publicamos con frecuencia artículos referentes a los temas suscitados por los maestros de nuestra escuela, en cuanto que son temas vivos y, por serlo, originan discusiones y reacciones, y provocan nuevas investigaciones y descubrimientos, que los recortan, los comprueban o los modifican. No compartimos algunos de los puntos de vista expuestos en el presente y bello artículo del P. Paul Nwyia, S.I.; pero lo publicamos porque contiene apreciables juicios y precisiones sobre una de las tesis favoritas de don Miguel Asín Palacios, cuyo glorioso nombre ostenta nuestro Instituto.
La Orquesta de melhún Sijilmassa (فرقة سجلماسة لفن الملحون), con Abdelali Briki (عبد العالي البريكي) a la cabeza, interpreta aquí una casida de Moulay Smail Alaoui Selssouli (مولاي إسماعيل العلوي السلسولي) que figura la disputa entre un teléfono fijo de toda la vida (que compró el abuelo, dice la letra, hace 70 años) y un móvil, al que el anterior culpa de todos los males habidos y por haber: desde el incremento de los accidentes de tráfico a haber echado a perder a la gente o perturbar la oración de los fieles en las mezquitas; mientras que para este último, "juguetito de Achura" (قشيوش عاشور) que anda "embutido en los bolsos de las señoras alegres (الشيخات الوالعات) y las jóvenes modernas, entre pintura y maquillaje", el fijo es una antigualla, "chatarra de Hitler" (فيراي ديال هتلر), todavía con el berrinche (الجعرة) que le deparó el final del colonialismo, criando telarañas y lleno de polvo, olvidado en un rincón e incapaz de moverse.

En la misma línea va esta otra, entre un hornillo (مجمر), un camping gas (بوطاغاز), una olla tradicional (قدرة) y una olla a presión (كوكوت, "la del feo nombre" —قبيحة الاسمية—), que finalmente hacen las paces gracias al fuelle (الرابوز), el almirez (المهراز) y la fuente (القصرية).

En cuanto a la tesis de Adonis, hay una buena crítica de Mounah A. Khouri (منح عبد الله خوري) en Arab Civilization. Challenges and Responses (ed. G.N. Attiyeh e I.M. Oweiss, 1988, p. 183-207), secuela, es de suponer, de su "A Critique of Adonis's Perspectives on Arabic Literature and Culture" (Studies in Contemporary Arabic Poetry and Criticism, Piedmont, 1987). A mí, como introducción a estos temas me parece amena por el conocimiento de la tradición literaria de que hace gala el autor, y apropiada, p. ej., para estudiantes que deseen adquirir este bagaje en árabe, a la vez que se inician en la lectura de textos académicos en dicho idioma; competencia, dicho sea de paso, en la que también andamos entre lo fijo y lo mudable.

7 de agosto de 2011

Cum tanta letitia

A don Jesús, que está recibiéndose.
A propósito de los "comprimentos" de la "gente cega, perfida e obstinada", y la necesidad de hablar sus lenguas:
Detalle de BNF Français 2810, fol. 284
Affabilitatem et urbanitatem tantam servant ad extraneos quod nos recipiebant ut angelos quando volebamus intrare ad domos nobilium et sapientium. Nam cum tanta letitia recipiebant quod videbatur nobis frequenter quod vere invenissemus hospites ordinis et illos qui libentissime fratres recipiunt in domibus suis. Frequenter enim quadam urbanitate et familiaritate petebant quod diceremus aliquid de Deo vel aliquid ad commendationem Christi. Et quando coram nobis nominabant Christum, nunquam nominabant eum nisi cum digna laude, scilicet «Christus laudetur ipse» vel aliquid tale. Unum vero valde graviter ferebant quod nolebamus cum eis comedere.
---Riccoldo da Monte di Croce, "De affabilitate ad extraneos" (Opera perfectionis sarracenorum), Liber peregrinationis, Berlín, Staatsbibliothek lat. 4°.466 (sec. XIV inc.), ff. 1r-24r, 18rb-18va. Ed. Emilio Panella, 2005.
Prima regula est, quia scire oportet, quod nullo modo expedit predicare uel disputare cum extraneis de fide per interpretem. [...] Unde oportet, quod fratres bene discant linguam. Et oportuit me inter arabes non solum discere linguam, sed etiam dyalecticam etc.
---Riccoldo da Monte di Croce, Libellus ad nationes orientales, Florencia, Bibl. Nazionale, Conv. Sopp. C 8.1173 ff. 219r-244r, 243r. Ed. Kurt Villads Jensen, 1998.

3 de agosto de 2011

Triste Londres



La canción se llama "Bandare Landan" (بندر لندن), y el grupo, Ajam (عجم). Acabo de descubrirlos a través de KABOBfest y no he podido evitar que una sonrisa de oreja a oreja me atraviese la cara al escuchar esta sátira de Londres a ritmo de ney-anban (نى‌انبان), que es tanto como decir de música bandarí (بندرى) o lo que popularmente se entiende por ella: originaria del sur de Irán y arabesca, manufacturada ahora en Tehrangeles e imprescindible, por bailonga, en toda fiebre del jueves noche que se precie.

Se comprenderá así el efecto que provoca escuchar a estos jóvenes, que se dicen "orgullosos hasta del apelativo más mediocre (پست ترین لقب) que haya para designar a los iraníes", el que les da nombre, lamentándose de lo triste (سوت وكور) que es Londres, lo sosas e insípidas que son las aguas del Támesis, y lo presuntuosa y sin vapor (بى بخار —sin gracia—) que es la gente de esta capital, rebautizada por Ajam, al modo de algunas ciudades portuarias del Golfo Pérsico, como Bandar Abbas (بندر عباس) y otras con este mismo prefijo, que significa 'puerto'. Como explican ellos mismos en su web:
Los habitantes de las costas del sur de Irán tienen muchas canciones dedicadas a sus ciudades y paisanos... Por ejemplo, sobre la belleza de Abadán (آبادان) o Ahvaz (اهواز), el río Karún (رود كارون), el ardor de los de Bushehr (بوشهر)... Nosotros también hemos escrito una canción sobre Londres, pero su contenido no tiene nada que ver. Esta canción está llena de sonidos de percusión sureños... y para ello nos hemos servido de la cálida voz de un colega de Bushehr que nos deleitó con un sharveh (شروه —estilo vocal de su tierra—).
Todo ello conforme a su filosofía:
'Ajam try to bring the epic, energetic, and often aggressive spirit of the regional musics of Iran to this generation. In many ways they reintroduce Iranians to native cultures that are often neglected in representations of Iran as well as creating a platform for an international audience to hear the less standardised and 'untamed' music of Iran.
No ha de extrañar, por tanto, que el videoclip esté patrocinado por un sitio llamado Beshkan (بشكن) y que otro de los temas de Ajam, no incluido en este primer álbum, Raghse Mardooneh (رقص مردونه —lit., "baile viril"—), lleve ese mismo título, que alude a la acción de chasquear, con las manos unidas, el dedo índice de una entre el índice y el corazón de la otra, para animar al ritmo de la música, tal y como se explica aquí o aquí, y no como da a entender la imagen fija:



Y cuya letra, por cierto, responde a la misma filosofía:
Several of the cultures that 'Ajam pay hommage to overlap with those of neighbouring countries. This represents the common shared history and culture between the peoples of the area.
Incluyendo versos en varios de los idiomas hablados en Irán, entre ellos el árabe, aunque el de la canción sea el normativo, y no alguna de las variedades locales.

Quienes entiendan el persa tienen en este enlace una crítica, y en este otro, un avance de este primer álbum.

1 de agosto de 2011

Feliz Ramadán 1432


Une sorte d'animal à deux têtes

Tel à mes yeux est l'arabe. Une langue ? Deux langues ? Pour qui a lu les vieilles Antinomies linguistiques de Victor Henry, la question est oiseuse. Disons deux états d'une même langue, assez différents pour que la connaissance de l'un n'implique pas, absolument pas, la connaissance de l'autre; assez semblables pour que la connaissance de l'un facilite considérablement l'acquisition de l'autre. En tout état, un instrument pour l'expression de la pensée qui choque étrangement les habitudes d'esprit occidentales; une sorte d'animal à deux têtes, et quelles têtes! que les programmes scolaires ne savent trop comment traiter, car ils ne sont pas faits pour héberger les monstres. On conclura peut-être que le premier responsable de la crise de l'arabe, c'est l'arabe. […]

Là où deux peuples parlant deux langues vivent côte à côte et se mêlent étroitement, si l'un conçoit, ordonne et distribue des salaires et que l'autre exécute, obéit et vit de ces salaires, il faut s'attendre à ce qu'à la longue les dirigés, les salariés, trouvent plus d'intérêt et soient plus portés à acquérir quelque usage de la langue des directeurs, des salariants, que ceux-ci à apprendre le parler de leurs subordonnés, de leurs employés. Il est sans doute fort utile pour certains français de l'Afrique du Nord d'avoir une pratique courante de l'arabe. Il est et sera plus utile pour beaucoup d'indigènes de parler peu ou prou le français (…) Et l'on conclura, je crois, que le deuxième responsable de la crise de l'arabe, c'est le français.
---William Marçais, "La diglossie arabe", L’Enseignement public. Revue pédagogique, CIV, n° 12 (1930), pp. 401-409 (409); CV (1931), pp. 20-39 (39), 120-133.

29 de julio de 2011

L'àrab planteja problemes

Carregant vídeo...

"Ja l'àrab planteja problemes. El problema és que ni el doctor Samsó ni jo sabem àrab, ni cap del món". Lo decía Juan Vernet, catedrático de Lengua y Literatura Árabe de la Universidad de Barcelona, fallecido el pasado 23 de julio, en el minuto 12:12 de esta entrevista grabada en febrero, y como ejemplo ponía la dificultad de unos traductores para enfrentarse al "llenguatge tècnic de la història de la ciència" en un curso impartido por él en el Institut du Monde Arabe de París, refiriéndose un poco más adelante a la suya propia para seguir un discurso de Gadafi (القذافي) en la televisión. "Era prou curiós", reflexiona a partir del minuto 13:10. "No l'entenia i l'entenia, perquè ell parlava àrab clàssic, però [...] passava a l'àrab dialectal, i en comptes de التي deia اللي i altres coses per l'estil".

24 de julio de 2011

Naqhara 3.0

Más que una entrada habitual, éste es un aviso para quienes utilizan Naqhara: un teclado para Tavultesoft Keyman (en su antigua versión 5.0) que creé en 2002 y al que desde entonces le he hecho varios retoques, hasta ayer, en que lancé la versión 3.0.

Naqhara, de ahí su nombre (نقحرة), es una herramienta gratuita para insertar en Microsoft Windows los diacríticos que habitualmente emplean los arabistas para transliterar el árabe en caracteres latinos (un recurso oportuno a veces, pero del que se abusa también con excesiva frecuencia, en menoscabo de la grafía original) y, a diferencia de otros remedios caseros, independiente del programa y la tipografía que se empleen. El motivo de esta nueva versión ha sido, de hecho, corregir un defecto de diseño que afectaba a la inserción de estos caracteres en algunos contextos, provocando un retroceso del cursor y la eliminación, según el caso, de una o dos letras precedentes. Resuelto ya el problema, Naqhara puede emplearse, p. ej., para incluir sobre la marcha transcripciones en mensajes de correo electrónico, editores de texto plano, navegadores, etc.

Cuando me propuse distribuir Naqhara gratis et amore no lo hice, naturalmente, pensando en quienes abusan de la transcripción, sino en los que, por exigencias de diversa índole, se ven forzados a emplearla; y es muy probable que, de haber existido alguna alternativa, como después IBN JALDUN 1.0, de Miguel Á. Manzano, no me habría tomado la molestia, máxime cuando no falta quien en lugar de probar se siente, diríase, interpelado y en la necesidad imperiosa de hacerte partícipe, velis nolis, de las bondades de su fórmula magistral de macros, plantillas y fuentes trucadas de toda la vida, en una muestra de ufana y proselitista ignorancia que tanto recuerda a otra, la del árabe, endémica en el gremio. Pero un teclado así no existía, y como dicen en Marruecos, "tú haz el bien y duerme con la serpiente" («دير النية وبات مع الحية»), de modo que en 2002 comencé a distribuir una primera versión pública y gratuita de Naqhara, la 1.3.1 (dedicada ya «إلى كل من ضجر من كتابة العربية بغير خطها», por curarme en salud), a la que siguió la 1.3.2 para Arabismo.com, que fue hasta 2006, en que desapareció como tal, el portal de referencia "sobre la lengua árabe y el arabismo" en español.

"La mejor gente que hay es la que más beneficia a la gente" (القضاعي، مسند الشهاب، 771)
Entre las distintas versiones ha habido cambios importantes: las primeras, p. ej., requerían pulsar varias combinaciones de teclas; en la última, una sola tecla, inerte, pulsada una, dos o tres veces antes de la letra a la que se le va aplicar el diacrítico, conforme a una regla bastante intuitiva, genera el tipo deseado.

Huelga decir que, contando con un software adecuado como Keyman Developer (cuyo precio, todo sea dicho, se ha triplicado desde la versión 5) o el gratuito MSKLC y otros similares, crear teclados como Naqhara es relativamente sencillo y está al alcance de cualquiera con unos conocimientos mínimos de informática (que no es exactamente lo mismo que saber manejar un ordenador).

La versión 3.0 de Naqhara se encuentra disponible aquí. Pero recuerde: la transcripción puede desvirtuar el árabe. Transcriba con moderación.

22 de julio de 2011

Aisha

"Aïcha, Aïcha... yo te quiero" («عائشة، عائشة... أنا نبغيك») decía una canción de Cheb Khaled (الشاب خالد —últimamente Khaled a secas—), del mismo título, que aún resuena en mi cabeza.

13 de julio de 2011

The bulwark inward

Sin dejar el asunto del árabe marroquí, más conocido como la (o el) dariya (الدارجة, pronunciado الداريجة; darija en las transcripciones francesa e inglesa) y siguiendo la pista a Ahmed Reda Benchemsi (أحمد رضا بنشمسي), alguno de cuyos artículos en favor de su oficialización citaba de pasada en la entrada anterior, he llegado hasta The Program on Arab Reform and Democracy de la Stanford University, creado por el célebre "príncipe rojo" Moulay Hicham El Alaoui (مولاي هشام العلوي), primo del actual rey de Marruecos, y donde Benchemsi, tras años ejerciendo de enfant terrible de la prensa marroquí, es ahora "visiting scholar", quién sabe si a raíz de este "reportage exclusif" sobre el día a día del príncipe y su familia en EE. UU., que firma y publica en TelQuel en diciembre de 2010, y en el que no falta la referencia lingüística (p. 36): "Même dans le New Jersey", destaca el enviado especial, "la famille princière se fait un point d'honneur à parler en darija, et tient à reproduire tous les rites traditionnelles qu'elle pratiquait au Maroc", subrayándose además el carácter de "musulman assidu" del príncipe, que ocupa un puesto de investigador en dicho programa, y cuya percepción de la diglosia árabe viene expuesta en su artículo "No Picnic: The Dynamics of Culture in the Contemporary Arab World", del que una primera versión apareció, en francés, en Le Monde diplomatique de agosto de 2010, y que me parece interesante citar in extenso (p. 3-5):
What is occurring in the Arab and Muslim world, then, is a kind of schizophrenic lived experience: in private, one regularly consumes the culturally profane -- via television, videos, the Internet, and popular literature, or in carefully segmented and reserved semi-public spaces; at the same time, in public, one is careful to proclaim one's Muslim identity, avoids going to a movie theater, and perhaps makes a show of religiosity by attending the mosque, sporting a beard, or wearing the veil. [...]