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2 de noviembre de 2015

The dissecting-room

"Dinausor [sic] foot prints"
It is a good thing for the student of a language to study its grammar when he has learned to read and understand it, just as it is a good thing for an artist to study the anatomy of the human body when he has learned to sketch a figure or catch the expression of a face; but for one to seek to obtain mastery over a language by learning rules of accidence and syntax is as though he should regard the dissecting-room as the single and sufficient portal of entrance to the Academy. How little a knowledge of grammar has to do with facility in the use of language is shown by the fact that comparatively few have studied the grammar of that language over which they have the greatest mastery, while amongst all the Latin and Greek scholars in this country those who could make an extempore speech, dash off an impromptu note, or carry on a sustained conversation in either language, are in a small minority.
---Edward G. Browne, A Year Amongst the Persians, Londres, 1893, p. 5.

12 de enero de 2013

Eti(sla)mología popular

Para Khavakin (خواكين), que me enseñó más persa del que sé.

Ojeando hoy un artículo de José Bellver "sobre el significado de la palabra islam", me he topado por enésima vez con la etimología propuesta habitualmente para la voz "musulmán" (p. 3), que según el autor y siguiendo a Federico Corriente (Diccionario de arabismos y voces afines en iberorromance, Madrid, 1999, p. 398, s.v. moslém) "proviene de la adición del sufijo de plural farsi +ān (muslim + ān)". Del persa ("del farsi", según Bellver) "pasó al francés y de ahí al castellano" (p. 3).

Lo que no suele mencionarse al proponer esta etimología es que la palabra مُسَلمان en persa (pron. mosalmán, diga lo que diga Steingass) no es el plural de مسلم, sino un singular, al que se le añade ان, de hecho, para formar su plural más habitual: مسلمانان (mosalmanán). Como un singular, además, es tratado desde su primera mención en francés (1551), bajo la forma "Montssolimans", así como en la segunda ("Mussulmans", 1553) y la tercera ("musulmans", 1562), que además coinciden con el patrón silábico del persa y difieren del árabe. Es esta disparidad (moslem / mosalm-), que va más allá de la simple metátesis, la que lleva al monumento de la lexicografía persa, el célebre diccionario de Dehkhoda (لغت‌نامهٔ دهخدا), a considerar sin fundamento esta hipótesis del plural (s.v. مسلمان):
این که مسلمان جمع مسلم است و الف و نون آن علامت جمع فارسی نیز استوار نیست ، زیرا در این حال و نیز در فرض اول باید حرف سین کلمه ساکن بیاید و چنین نیست.
Aunque al hacerlo se obvia un hecho a tener en cuenta: que en turco, como préstamo, presenta el patrón del árabe (Müsliman, Müslüman; cf. Müslim), y no el del persa y el francés; si bien pudiera tratarse de una ultracorrección que مسلمان habría evitado en el caso, como sostiene John R. Perry (inclinado, en parte, a la hipótesis habitual), de que se encontrara entre los pocos arabismos del persa que tienen una forma y origen vernáculos, y no librescos como la gran mayoría (Encyclopaedia Iranica, s.v. "Arabic Elements in Persian"):
The nature of Islam encouraged a rapid social as well as geographical expansion of literacy in Arabic, so it is quite possible that newly literate converts, or at least the children of converts, were already writing Persian in Arabic characters in the second generation of Iranian Islam. Even before this, they were learning to speak Arabic, and many became bilingual. Persian preserves traces of this "vernacular stage" in a few early Arabic borrowings that were phonetically assimilated to Persian, and have survived subsequent orthographic normalization: e.g., mosalmān 'Muslim' (by metathesis, and perhaps modification of a plural, from Ar. moslem); the onomastic bu (< abu), mir (< amir) 'commander' and its compounds mir-āb, mir-āḵor, mir-zā, which parallel a tendency to apheresis in native Persian words at this time, as (a)yār,(a)bā, (a)bar, (a)nāhid, etc. Thereafter, the bulk of Arabic loanwords entered Persian as learned words in the writings of bilingual poets and scholars, most of them trickling down into spoken usage in due course (Telegdi).
El plural al que se refiere aquí este especialista, dicho sea de paso, no es el persa indicado por el sufıjo ان, sino el árabe sano masculino (جمع المذكر السالم), como se advierte en su imprescindible "Persian-Arabic Bilingualism In the Evolution of New Persian" (1992, p. 1): "mosalmân (< ? muslim[in])"; e igualmente en "Lexical Areas and Semantic Fields of Arabic Loanwords in Persian and Beyond" (2005, p. 99).

Para concluir con esta hipótesis, dos observaciones, me parece, son pertinentes: primero, que la metátesis (de por sí "not a productive process in Modern Persian", como indica Shahrzad Mahootian en Persian, 2012, p. 328) de un étimo árabe no es precisamente usual, y cuando se produce (كتف > كفت؛ قفل > قلف؛ كبريت > كربيت؛ عكس > عسك —la primero de ellas presente ya en el célebre شاهنامه, Libro de los reyes—) no comporta desplazamiento ni cambio vocálico, sino exclusivamente consonántico; y segundo, que es la vocal árabe فتحة, /a/, la que suele transformarse en una كسرة, /e/, persa y no al contrario (مَنارة > مِناره؛ حَرَكة > حَرِكت؛ مُقابَلة > مقابِله, etc.).

Sea como fuere, tanto en el Dehkhoda como en el otro gran diccionario persa, el de su colaborador Mohammad Mo'in (محمد معين، فرهنگ فارسى، تهران، ۱۳۷۱، جلد سوم، ص. ۴۱۱۷), el étimo que se da como más probable, siguiendo ambos al célebre Ghazvini el Sabio (علامه قزوينى), es el árabe مسلماني, que era, según dice Ibn Abd Rabbih (ابن عبد ربه) en El collar único (العقد الفريد، تحقيق مفيد محمد قميحة، ١٩٨٣، ج. ٧، ص. ١٤٠), como llamaban los árabes, de un modo peyorativo, a quienes (no siéndolo, se entiende) se convertían al islam («العرب تسمي العجمي إذا أسلم: المسلماني؛ ويقال منه: مسالمة السواد»), si bien el cordobés distingue a renglón seguido ese العجمي de الأعجمي; es decir, el cristiano, etc., aunque domine el árabe, de quien no lo domina aunque sea musulmán. Con el paso del tiempo, el término habría perdido su connotación negativa y quedado ya, sin ella, el solo sentido de 'musulmán', al menos en persa, porque en el s. XVII el egipcio al-Buhuti (البهوتي) aún considera que es digno de reprensión quien rebaja a un musulmán, que lo es y bueno, tildándolo de مسلماني (v. كشاف القناع عن متن الاقناع، كتاب الحدود، باب التعزير، فصل في حكم القوادة).

La hipótesis, además, resulta bastante plausible desde un punto de vista lingüístico, ya que esa ي final de مسلماني se habría analizado (y elidido) en persa como morfema de indeterminación, pero resta por saber cómo se pronunciaba (en árabe sería مُسلِمانيّ, según Dozy, Supplément, I, p. 679) y a partir de ahí si ha habido o no metátesis; y si en el origen de este مسلماني, en apariencia un adjetivo de relación (نسبة) derivado de مسلمان, no está, después de todo, el "musulmanes", en plural, que los árabes oían de los persas; o si la terminación اني, por el contrario, indica aquí un refuerzo de la relación o تأكيد النسبة (cf. طمطماني, "dícese del que tiene deje extranjero"). Partidario de ella es también Fouad Ephrem al-Boustany (فؤاد أفرام البستاني، «دور النصارى في إقرار الخلافة الأموية»، المشرق. مجلة ثقافية جامعة، 36 / 1938، ص. 73):
ويعني بالمسلماني الذمي الذي انتحل الاسلام. ومنه ولا شك أخذت لفظة musulman وهم يجمعونه على مُسالِمة. وكان هذا الاصطلاح شائعاً بين المشارقة والمغاربة.
E igualmente Mohammad Peyman (محمد پیمان، «نگاهی دیگر به فرهنگ معین»، آينده، سال نوزدهم، مهر تا آذر 1372 - شماره 7-9، ص. 730-737), quien, al subrayar el valor de la información etimológica que contiene la obra de Mo'in, se detiene ampliamente en la entrada مسلمان, dando respuesta a las críticas de Hashem Dehghan (هاشم دهقان، «نگاهی دیگر به فرهنگ معین»، آينده، سال نوزدهم، فروردین تا خرداد 1372 - شماره 1-3، ص. 107-115), partidario de la hipótesis del plural hasta el punto de afear al lexicógrafo que incluya en la entrada el auténtico de la palabra (mosalmanán), creyéndolo redundante (p. 111):
مسلمان: به آنکه (بدین اسلام متدین است) معنى شده، سپس با الف و نون جمع بسته شده: مسلمانان در صورتى كه مسلمان خود جمع مسلم است.
Siendo así que para Peyman, por el contrario, "sentenciar tajantemente que مسلمان es el plural de مسلم se aleja de la precaución y escrúpulo propios de las labores de investigación" («بدين ترتيت حكم قطعى صادر كه ’مسلمان‘ جمع ’مسلمان‘ است دور از احتياط و وسواس خاص كارهاى تحقيقى است», p. 735).

En definitiva, la hipótesis que ve en el مسلماني árabe el origen del مسلمان persa es tal vez la más plausible, pero dista de ser, desde luego, la más ocurrente. De entre las que saca a colación el diccionario de Dehkhoda destaca, sin duda, la de Sayyed Mohammad Ali Da'i-ol-Eslam (سيد محمد على داعى الاسلام) en su Farhang-e Nezam (فرهنگ نظام), "the first Persian etymological work", sostiene M. Saleem Akhtar en la Encyclopaedia Iranica (s.v. Da'i-al-Eslam...), "that approximated in format and range of information comparable dictionaries in European languages":
این لفظ ساخته از لفظ سلمان است به اضافهٔ میم مفعولی عربی و به معنی سلمان داشته و مانند سلمان مثل مششدر که از اضافهٔ میم مفعولی عربی به ششدر فارسی ساخته شده ، جهت ساختن مسلمان از سلمان دست و پا کردن ایرانیها بوده برای فضیلت خود در مقابل تعصب عربها که به ایرانیها موالی میگفتند، یعنی غلامهای آزاده کرده ، و ایرانیها هم خود را مسلمان یعنی مانند سلمان پارسی که از اصحاب بزرگ پیغمبر بود و از اهل بیت نبی شمرده شد گفتند، ولفظ مذکور در همان اوایل اسلام ساخته شد که در قدیم ترین متون ادبیات فارسی مثل ترجمهٔ تاریخ طبری هم بسیار استعمال شده است.
El ingenioso Da'i-ol-Eslam
Esta voz, afirma Da'i-ol-Eslam, está formada a partir de Salmán, con la adición de la eme del participio pasado árabe y el sentido de asalmanado o salmanáceo, y pone como ejemplo moshashdar (مششدر, "bloqueado, sin escapatoria, puesto en un brete"), formado del mismo modo a partir del persa sheshdar (ششدر, lit., "seis-puertas", en referencia a las seis casillas de las tablas reales que, una vez ocupadas, impiden a otra pieza desplazarse). En opinión de este erudito a caballo entre los siglos XIX y XX, la razón estaría en que los iraníes hacían (o más bien decían) lo indecible por demostrar su superioridad frente al fanatismo de los árabes, que los trataban de libertos, y que ellos, los iraníes, también se decían musulmanes, es decir, semejantes a Salmán el Persa, que había sido uno de los compañeros del Profeta y hasta considerado de su casa. Dicho vocablo, continúa Da'i-ol-Eslam, se habría forjado en los mismos comienzos del islam, ya que en los textos más antiguos de la literatura persa, como la traducción de la Historia de Tabarí, se le da ya mucho uso (tanto en singular, cabría añadir, como en plural).

Que "musulmán" pueda tener su origen en un disfemismo resulta curioso, pero en absoluto fuera de lo común. Respondería a un proceso de reapropiación similar al seguido por Yankee, "jesuita" e incluso "cristiano": hay a este respecto quienes han conjeturado, como H. Leclerc (Dictionnaire d'archéologie chrétienne et de liturgie, III,1, 1913, s.v., "Chrétien"), H. B. Mattingly ("The Origin of the Name Christiani", Journal of Theological Studies, 9, 1958, p. 26-37) y otros, que este apelativo, acuñado en la mordaz Antioquía, era en principio despectivo y burlesco, lo cual explicaría su escaso uso en el Nuevo Testamento (Act, 11,26; 26,28; 1 Pe 16) y en las fuentes del s. I. Visto así, atribuir el origen de "musulmán" a Salmán el Persa no es sino el corolario de dicho proceso de reclamación.

15 de noviembre de 2011

Algo fel7al

Dice el joven del vídeo, Alaa Wardi (علاء وردي), un ingeniero de sonido iraní radicado en Arabia Saudí (y algo asqueado —قرفان— al respecto), que la letra de esta canción es incomprensible (غير مفهومة) y que no tratemos de entenderla. Ideal, en fin, puesto que no hay que entenderla, como ejercicio de comprensión para un examen de ésos que no se hacen (ni se harán jamás, me decía hace poco una colega) para ser profesor de árabe en una universidad española, al contrario que para serlo de una Escuela Oficial de Idiomas o para convertirse en intérprete jurado.

3 de agosto de 2011

Triste Londres



La canción se llama "Bandare Landan" (بندر لندن), y el grupo, Ajam (عجم). Acabo de descubrirlos a través de KABOBfest y no he podido evitar que una sonrisa de oreja a oreja me atraviese la cara al escuchar esta sátira de Londres a ritmo de ney-anban (نى‌انبان), que es tanto como decir de música bandarí (بندرى) o lo que popularmente se entiende por ella: originaria del sur de Irán y arabesca, manufacturada ahora en Tehrangeles e imprescindible, por bailonga, en toda fiebre del jueves noche que se precie.

Se comprenderá así el efecto que provoca escuchar a estos jóvenes, que se dicen "orgullosos hasta del apelativo más mediocre (پست ترین لقب) que haya para designar a los iraníes", el que les da nombre, lamentándose de lo triste (سوت وكور) que es Londres, lo sosas e insípidas que son las aguas del Támesis, y lo presuntuosa y sin vapor (بى بخار —sin gracia—) que es la gente de esta capital, rebautizada por Ajam, al modo de algunas ciudades portuarias del Golfo Pérsico, como Bandar Abbas (بندر عباس) y otras con este mismo prefijo, que significa 'puerto'. Como explican ellos mismos en su web:
Los habitantes de las costas del sur de Irán tienen muchas canciones dedicadas a sus ciudades y paisanos... Por ejemplo, sobre la belleza de Abadán (آبادان) o Ahvaz (اهواز), el río Karún (رود كارون), el ardor de los de Bushehr (بوشهر)... Nosotros también hemos escrito una canción sobre Londres, pero su contenido no tiene nada que ver. Esta canción está llena de sonidos de percusión sureños... y para ello nos hemos servido de la cálida voz de un colega de Bushehr que nos deleitó con un sharveh (شروه —estilo vocal de su tierra—).
Todo ello conforme a su filosofía:
'Ajam try to bring the epic, energetic, and often aggressive spirit of the regional musics of Iran to this generation. In many ways they reintroduce Iranians to native cultures that are often neglected in representations of Iran as well as creating a platform for an international audience to hear the less standardised and 'untamed' music of Iran.
No ha de extrañar, por tanto, que el videoclip esté patrocinado por un sitio llamado Beshkan (بشكن) y que otro de los temas de Ajam, no incluido en este primer álbum, Raghse Mardooneh (رقص مردونه —lit., "baile viril"—), lleve ese mismo título, que alude a la acción de chasquear, con las manos unidas, el dedo índice de una entre el índice y el corazón de la otra, para animar al ritmo de la música, tal y como se explica aquí o aquí, y no como da a entender la imagen fija:



Y cuya letra, por cierto, responde a la misma filosofía:
Several of the cultures that 'Ajam pay hommage to overlap with those of neighbouring countries. This represents the common shared history and culture between the peoples of the area.
Incluyendo versos en varios de los idiomas hablados en Irán, entre ellos el árabe, aunque el de la canción sea el normativo, y no alguna de las variedades locales.

Quienes entiendan el persa tienen en este enlace una crítica, y en este otro, un avance de este primer álbum.

26 de marzo de 2011

Que santa gloria haya

أبو المظفر تغلق شاه السلطان أنار الله برهانه / The Fizwilliam Museum (ref nº 93268)
Hace unos días me consultaba un amigo acerca de una fórmula en árabe que aparece en una obra del s. XIII que está traduciendo del persa al español, y que sigue, como en la moneda de la imagen, al nombre de un sultán fallecido: «أنار الله برهانه». Traducirla literalmente era sencillo a partir de las definiciones más habituales del término برهان (de hecho abundan las versiones literales en inglés —may God illumine his proof—; en francés —que Dieu illumine sa preuve—; alemán —möge Gott seinen Beweis leuchten lassen—, etc.). Pero, ¿qué prueba o evidencia es ésa que ha de aportar alguien y se espera ver iluminada, ilustrada, esclarecida por Dios?

6 de marzo de 2011

Gramática general del persa moderno

"The posts for which such knowledge will fit you are few, and, for the most part, poorly endowed, neither can you hope to obtain them till you have worked and waited for many years. And from the Government you must look for nothing, for it has long shown, and still continues to show, an increasing indisposition to offer the slightest encouragement to the study of Eastern languages."

A rare piece of good fortune has in my case falsified a prediction of which Dr. Wright himself, though I knew it not till long afterwards, did all in his power to avert the accomplishment; but in general it still holds true, and I write these words, not for myself, but for those young English Orientalists whose disappointments, struggles, and unfulfilled, though legitimate, hopes I have so often been compelled to watch with keen but impotent sorrow and sympathy.
---Edward G. Browne, A Year Amongst the Persians, 1893, p.3 (trad. al español de José Ramón Gallo y Joaquín Rodríguez Vargas: Un año entre los persas, Barcelona, 2004).

Aunque la entrada de hoy lleve por título el de un libro, no se trata de una reseña. No podría serlo en modo alguno, porque pocos habrá menos indicados que yo para hacerla. La publicación de esta Gramática general del persa moderno (Almuzara, 2011) es la excusa perfecta para rendir desde aquí un modesto homenaje personal a su autor, Joaquín Rodríguez Vargas, entrevistado ayer mismo en el Diario de Sevilla, y que fue quien me introdujo en el aprendizaje del persa, hace ya más de tres lustros, pero sobre todo quien, con su ejemplo antitético, había de inspirar muchas de mis primeras reflexiones sobre la situación de la enseñanza del árabe en la universidad. A poco que se conozca esta última, no habrá de sorprender la impresión que me causó Joaquín (خواكين para los amigos) cuando asistí por primera vez, hace ahora 17 años, a una de las clases particulares de persa que le daba a un compañero mío de estudios. Joaquín no sólo dominaba la lengua, la historia y la literatura persas como muy pocos arabistas españoles o extranjeros las árabes, sino que además lo había conseguido de manera autodidacta: primero, a través del contacto con iraníes residentes en España (cuando yo lo conocí, de hecho, sólo había estado una vez en Irán y apenas por espacio de unos meses) y, a medida que avanzaba con el idioma, merced a su interés y dedicación personal, sin contar con título alguno (aunque a la vuelta de un año obtendría el de intérprete jurado y a la postre el de ldo. en Filología Árabe) ni más crédito que el suyo propio.

20 de marzo de 2010

Nuevo Día

أتاك الربيع الطلق يختال ضاحكاً *** من الحسن حتى كاد أن يتكلما
(البحتري)
La fresca primavera ha llegado a ti, riendo presuntuosa,
tan hermosa que casi habla
Feliz Nuevo Día y feliz 1389 a todos.

16 de marzo de 2010

Gandul

No me digan que el titular no tiene su gracia: "Un experto arabista enseña el verdadero significado de gandul" (EFE, 15.03.2010, vía Granada Digital).

Dice el Diccionario de la lengua española de la Real Academia (DRAE), siguiendo la opinión del profesor Federico Corriente, supongo, que 'gandul' viene del ár. hisp. ḡandúr [غندور], truhán, este del ár. clás. ḡundar, mimado, y este del persa gundār [گوندار؟], de un color particular). La voz aparece vocalizada hasta de cuatro maneras distintas en el monumental La corona de la novia (تاج العروس), finalizado en 1767 y con el sentido, siempre aplicado a un joven, de "gordo, grueso", "tierno" y, por último, lo que yo traduciría como "lozano" (الحسن الشباب, lit. "de hermosa juventud"). En el árabe de Egipto, donde se compuso este diccionario, غندور adquiriría el sentido peyorativo, según Badawi y Hinds, de petimetre, lechuguino, como en el árabe de Siria, el Líbano y Malta (cf. andur); pero no sucede así en el árabe normativo, donde de acuerdo con el Diccionario árabe básico de la ALECSO es el "adjetivo que se aplica a quien dispone de ternura y belleza".

En Occidente (el árabe), las cosas parecen haber sido distintas. Ya el denominado Vocabulista in arabico, que se supone compuesto hacia el siglo XIII, traduce غندور por trutanus (es decir, truhán, vagabundo, mendigo), y así lo recoge Dozy en su Supplément aux dictionnaires arabes (1881, vol. 2, p. 229), completando lo que había dicho ya al respecto en su Glossaire des mots espagnols et portugais dérivés de l'arabe (1869, p. 272) y en su Dictionnaire détaillé des noms des vêtements chez les Arabes (1845, p. 98, n. 6), en los que ya había hecho alusión, además, a otras fuentes, como Pedro de Alcalá y su Vocabulista arauigo en letra castellana (Granada, 1505), para el cual غندور lo mismo es un "garçon que se quiere casar" (como صبي), que un barragán valiente, un bandolero ("allegado en vando") o un rufián; o como Diego de Torres, en cuyo texto se perfila ya, superpuesto a los anteriores, el sentido que permanecerá en el árabe marroquí, en este caso de acuerdo con Le dictionnaire Colin d’arabe dialectal marocain (Rabat, 1993-6, vol. 6, p. 1405): "Risque-tout, fier à bras, casse-cou, tête brûlée, bravache, va-t-en-guerre. Vaillant et téméraire (à la guerre)".

Junto a esa entrada aparece otra, غندرة ("la bravoure", traduce Colin), que ya Ibn Manzur (ابن منظور), autor de La lengua de los árabes (لسان العرب) a caballo entre los siglos XIII y XIV, define como "los andares del joven que se pavonea y presume", correspondiendo la acción al verbo de la misma raíz, تغندر.

Dicen Corriente y el DRAE, repito, que el árabe ḡundar (غندر) viene del persa gundār pero, sin embargo, dicha voz, en cualquiera de sus formas posibles no aparece en los diccionarios más conocidos, como el de Dehkhoda (لغت‌نامهٔ دهخدا) o el de Mo'in (فرهنگ معین), donde sólo figura como topónimo, o en el de Steingass (persa-inglés) y el de MacKenzie, de pahlaví. Tampoco la mencionan quienes se han ocupado de los préstamos persas en el árabe: ni Al-Jawaliqi (الجواليقي), ni Addaï Scher (أدي شير), ni Emam-Shooshtari (محمد على امام شوشترى), etc., etc. De hecho, son muy pocos los préstamos de este idioma que al pasar al árabe comienzan por la letra غين, ya que lo habitual era que la [g] del persa (hoy گ) se transcribiera con جيم (cuyo sonido entonces debía ser semejante). Yo habría pensado, antes bien, en گندآور, que según el Borhan-e Qate' (برهان قاطع) "se dice a la gente valiente, aguerrida y varonil, y se le decía también al capitán general de todos los ejércitos (سپهسالار)", de donde se desprende, comenta Emam-Shooshtari en su Diccionario de voces persas en la lengua árabe (فرهنگ واژه‌های فارسی در زبان عربی, Teherán, 1347, p. 170), que la palabra aludía originalmente a las levas de la época sasanida.

Sea como fuere, lo cierto es que lo del persa no acababa de verlo claro y, buscando el verbo تغندر en el diccionario de Anis Frayha (أنيس فريحة), A Dictionary of Non-Classical Vocables in the Spoken Arabic of Lebanon (1973, p. 125), he descubierto que él ofrece una etimología distinta, a partir del siriaco, y que corresponde a la segunda de las entradas que figuran en la imagen superior, tomada del diccionario de Payne Smith. Se trataría del verbo "rodar" (ētgăndăr), derivado del sustantivo anterior ("bola, esfera, globo"), y pienso que este significado cuadra bastante bien tanto con la gordura juvenil como con los andares del presuntuoso. Ignoro si el profesor Corriente contempló esta posibilidad y la descartó finalmente o si, por el contrario, sencillamente no llegó hasta ella (le adjunto el enlace de la entrada a la espera de confirmación).

Rodar y rodar...

2 de marzo de 2010

Suerte, señor Majidi

El pasado jueves en Murcia, en el auditorio del Centro Cultural Puertas de Castilla, se le concedía al director de cine iraní Majid Talesh Majidi (مجيد طالش مجيدى) el I Premio Ibn Arabi de cine, y el profesor Alfonso Carmona, que intervenía en el acto, y Marta López-Briones, directora del centro, tuvieron la gentileza de invitarme a acompañar al cineasta en su visita por la ciudad y a formar parte de su comitiva.

2 de enero de 2010

A-R-O-D-A-T-S-O-T

El geniecillo de la maquetación (en) árabe ataca de nuevo, pero esta vez, misteriosamente, sólo al persa. Mientras que en el primero la tostadora (حماصة) aparece intacta y hace unas tostadas deliciosas fácilmente, en el segundo es una "A-R-O-D-A-T-S-O-T" (رت س ت en lugar de تستر —toaster—) y lo de las tostadas (que en persa, al parecer, ya no son tan deliciosas) hay que leerlo también al revés y uniendo las letras, que aparecen sueltas: "e-t-n-e-m-l-i-c-á-f n-a-p a-t-s-e-u-T".

No sé si el fabricante pensará vender muchas tostadoras en Irán o en Afganistán, pero no es difícil imaginar el efecto que puede provocar el embalaje en los consumidores de la zona...

Brote de perplejidad

Para comenzar el año, una recomendación musical: el tema, ya antiguo (1999), Nahal-e Heyrat (نهال حيرت) del grupo de rock iraní O-Hum (اوهام), que forma parte de su primer album, del mismo título, tomado a su vez de una gacela de Hafez (حافظ), de la que ofrezco una tentativa de traducción, por si alguien quiere valerse de ella para seguir el original:


Tu amor se ha vuelto brote de perplejidad.
La unión contigo se ha vuelto colmo de perplejidad.
Cuánto ahogado en el instante de la unión, finalmente,
alcanza la perplejidad.
Muéstrame un corazón en cuyo camino,
en cuyo rostro no haya aparecido la peca de la perplejidad.
Ni unión ni amante quedan,
allí adonde ha llegado la figuración de la perplejidad.
De cada parte a la que he aplicado el oído,
ha llegado la sonora pregunta de la perplejidad.
Derrotado ha sido por el colmo de la grandeza
aquel que ha recibido la gloria de la perplejidad.
La existencia de Hafez, de pies a cabeza,
en el amor se ha vuelto brote de perplejidad.
Como se indica en este comentario, 'perplejidad' (حيرت) en la terminología de los místicos es aquello que les entra en el corazón al pensar y reflexionar, y les impide seguir haciéndolo.

20 de diciembre de 2009

Montazeri

Ayer, 28 de azar (آذر) de 1388 según el calendario iraní, y segundo día del nuevo año 1431 según el islámico, falleció en la ciudad de Qom, a la edad de 87 años, el gran ayatolá Hosseinali Montazeri (آيت الله العظمى حسينعلى منتظرى), célebre por haber cuestionado durante años la islamicidad (y por tanto la legitimidad) del régimen instaurado tras la Revolución de 1979, y abogar por el respeto de los derechos humanos y civiles de todos los iraníes (incluidos los bahaíes, aunque con ciertos matices), lo que le valió su destitución, a finales de los 80, como sucesor del ayatolá Khomeini (خمينى) y, más recientemente, varios años de arresto domiciliario.

"La oposición iraní", titula El País, "pierde a su líder espiritual", mientras que Le Monde habla del "père spirituel des réformistes".



Como señala hoy la BBC en persa, con la publicación hace unos años en Internet de sus memorias (خاطرات —aunque más bien se trata de una larga entrevista con un grupo de alumnos, seguida de 255 apéndices documentales—),  Montazeri hizo pública una serie de cartas y testimonios históricos sobre la Revolución y la República Islámica que junto a sus comentarios, añadiría yo, constituyen una referencia indispensable para la historia del Irán contemporáneo.

Según ha anunciado la oficina de Montazeri, la comitiva fúnebre del difunto partirá de su residencia en Qom, mañana lunes a las 9:00.

5 de diciembre de 2009

Películas de Irán en persa y árabe

Leyendo hace unos días una serie de noticias en EL PAÍS sobre el hostigamiento (más que previsible, por cierto) de las nuevas autoridades iraquíes contra los llamados Muyahidín del Pueblo (مجاهدين خلق), acogidos en el país por el régimen anterior, me vino a la mente una película iraní, titulada Night Bus (اتوبوس شب), que vi a finales del pasado mes de septiembre en el canal 2 de la red Jaam-e Jam (جام جم), y que me gustó bastante. De entrada, he de confesar, pensé que sería una de tantas películas bélicas en blanco y negro ambientadas en la guerra Irán-Iraq (que los iraníes denominan habitualmente "Sagrada Defensa", دفاع مقدس); pero no, más bien se trataba de una nueva forma de enfocar este género que se aprecia también en la taquillera y cómica Ekhrajiha (اخراجی ها), del sin embargo y paradójicamente ultra-conservador Masoud Dehnamaki (مسعود ده نمکی —convertido últimamente en el "Michael Moore de Irán" según The New York Times—).

Pero si algo me gustó y me entretuvo de la película, aparte de este nuevo enfoque, fue la mezcla en los diálogos de persa, árabe (el de los prisioneros, subtitulado) y, sobre todo, de árabe no nativo: el que chapurrea عيسى, el joven recluta (ver, p. ej., a partir del minuto 14:45 y del 28:00); pero también el de uno de los prisioneros (minuto 29:08), al que delata la entonación, a menos que se trate de un acento juzestaní (خوزستاني), aunque no lo parece (véanse a modo de ejemplo las grabaciones contenidas en Maryam Shabibi, "Khuzestani Arabic: a case of convergence"); y menos aún jorasaní (خراساني), es decir, del otro extremo de Irán, como el de estas grabaciones (transcripción y traducción al alemán aquí), aunque este último "suene más a persa".

Al margen de detalles, el chapurreo del recluta me recordó a la situación actual del árabe en Irán, que se rige por el art.º 16 de la Constitución vigente:

Puesto que la lengua del Corán y de las ciencias y las enseñanzas islámicas es el árabe, y que la literatura persa está completamente impregnada de ella, ésta debe enseñarse tras el ciclo de primaria y hasta el final de la secundaria en todos los cursos y especialidades.
Cosa que suele hacerse como si se tratase de una lengua muerta (es decir, de manera muy parecida a como se enseña aún en muchas partes del mundo), con el resultado de que muchos iraníes, a pesar de haberla estudiado varios años, apenas pueden mantener una conversación en ella. Véanse, como ejemplo de esto que digo, las recomendaciones de Alireza Farghani (عليرضا فرقاني) en su artículo "La enseñanza del árabe en Irán: objetivos, retos y soluciones" (آموزش زبان عربي در ايران: اهداف، چالش ها، راهكارها), sobre cómo enseñar el árabe a los iraníes (p. 334) y mejorar la situación de dicha actividad docente (p. 340). De dos sesiones semanales, p. ej., una, dice Farghani, ha de dedicarse al "aprendizaje de la lengua (reglas de morfología y sintaxis)", y la otra, a la "lectura y traducción de textos" dictados previamente por el profesor.

Algunos factores que afectan a la cuestión pueden resultar igualmente familiares. En su artículo sobre los orígenes de la problemática del árabe en las universidades iraníes (ريشه يابى مشكلات آموزش زبان عربى در دانشگاه هاى ايران), Hojjat Rasouli (حجت رسولى) menciona, aparte de un descenso en el nivel de la enseñanza preuniversitaria, el desinterés de los estudiantes hacia la lengua, motivado por una visión negativa de los países donde se habla.

Interesante, ¿no?

2 de diciembre de 2009

Sin su hija

El otro día, buscando información para una entrada anterior, recordé que el pasado mes de agosto falleció Bozorg Mahmoody (بزرگ محمودی), el marido en la vida real de Betty Mahmoody, autora de la novela que dio lugar a la película No sin mi hija (1991).

Quienes no hayan visto la película, no se han perdido nada (salvo, tal vez, desde el punto de vista del análisis crítico del discurso), pero a quienes la hayan visto y la recuerden les recomiendo el documental Without My Daughter (2002) dirigido por Kari Tervo y Alexis Kouros, disponible en Youtube por partes (1, 2, 3, 4, 5 y 6), y que ofrece la versión del padre, amigos de la familia y otras personas que conocieron a Betty Mahmoody durante su estancia en Teherán.