29 de mayo de 2010

Cual racimo

Todos los años sucede lo mismo. ¿El lugar? Una clase de Lengua C-III (Árabe) de la licenciatura en Traducción e Interpretación. ¿El motivo? Todo un clásico: un poema de Nizar Qabbani (نزار قباني) titulado "La adivina de la taza (قارئة الفنجان), interpretado por Abdel Halim Hafez (عبد الحليم حافظ), y para ser más precisos el verso que dice:
فمها مرسوم كالعنقود
Y que podría traducirse, siguiendo a los anteriores, como "cuya boca se dibuja (o perfila, o traza) cual racimo (de uvas)": símil que a mí, la verdad sea dicha, nunca me ha llamado la atención especialmente, ni me ha parecido atrevido, difícil, etc., y llegados al cual, sin embargo, todos mis alumnos se plantan año tras año, sistemáticamente, como si hubiera algo en él que no va, que son incapaces de digerir. Y el caso es que, a juzgar, p. ej., por esta libérrima traducción al inglés, no parecen ser los únicos.

¿Una boca como un racimo? Primero les pregunto si han visto alguna vez un racimo de uvas como el de la foto (que hice yo mismo hace dos años con una Exilim Z57, como la de más abajo) y se han parado a contemplarlo con un mínimo detenimiento, y luego les pido que imaginen los labios de una mujer cuya risa, además, es música y rosas («ضحكتها موسيقى وورود»), o melodías y rosas («أنغام وورود») en la versión del cantante. Pero es en vano...

20 de mayo de 2010

Where do we find the teachers?

Hace ahora casi un mes se celebró en la Escuela de Traductores de Toledo el IV congreso Árabe marroquí, bajo el lema "Más allá de la oralidad". Ya lo mencioné en su día, a propósito de una asignatura optativa de marroquí que se ha venido impartiendo estos últimos años en mi universidad, pero que desaparece el curso 2011-2012 con la implantación del nuevo grado en Traducción e Interpretación, que no la incluye. Por una cuestión de ordenación docente, buena parte de los alumnos que cursan dicha asignatura han sido previamente alumnos míos durante dos años académicos, y vuelven a serlo inmediatamente después, durante uno y medio, lo cual me permite vislumbrar en la práctica los efectos positivos de compaginar el estudio del árabe normativo con el dialectal. Y digo "vislumbrar en la práctica" porque se trata realmente de apreciar indicios leves, pero que coinciden tanto con la intuición propia como con las observaciones de otros.

La Universidad de Castilla-La Mancha, a la que pertenece la Escuela de Traductores de Toledo, ha colgado en su página de recursos hipermedia (sic) una serie de vídeos grabados durante el congreso, poniendo así al alcance de quienes no asistimos la oportunidad de hacerlo virtualmente. A pesar de que, según la propia publicidad del congreso, "el estudio, enseñanza y aprendizaje del árabe marroquí es cada día más demandado y necesario en nuestro país" y de que "el aprendizaje de esta lengua no sólo posibilita una mejora en el funcionamiento del amplio abanico de servicios a la ciudadanía, sino que pone nuevas bases para el mejor conocimiento mutuo y la construcción de una sociedad multilingüe", poco se habló al respecto, a juzgar por el programa y los vídeos de las ponencias, y a excepción de lo expuesto por Victoria Aguilar ("Aprender marroquí en España del XVIII al XXI"), profesora de la asignatura de marroquí a la que me he venido refiriendo.

No era de esperar, por tanto, que se abordara la que es, a mi modo de ver, una cuestión crucial: cómo garantizar la enseñanza oficial de una lengua como el árabe marroquí cuando
  1. La mayoría del actual profesorado de árabe, tanto universitario como de Escuela Oficial de Idiomas, carece de una competencia mínimamente profesional en ella (cuando no básica).
  2. Con los actuales procedimientos de selección de profesorado es prácticamente imposible requerir dicha competencia a los candidatos.
  3. Tiene escasa o ninguna presencia en los planes de estudio oficiales.
A poco que se consideren todas estas circunstancias, se comprenderá que, sin el profesorado adecuado y sin posibilidad alguna de seleccionarlo o formarlo previamente, resulta difícil concebir una incorporación a gran escala del marroquí a la enseñanza oficial, al margen o en combinación con el árabe normativo. Por decirlo de un modo más gráfico: se pretende que ciertos colectivos profesionales aprendan marroquí, cuando, paradójicamente, la mayoría de quienes están en condiciones óptimas de hacerlo (los profesores de árabe normativo) o no lo han conseguido o ni siquiera han hecho el intento. La situación, por consiguiente, es desde mi punto de vista mucho más compleja de lo que plantea Victoria Aguilar en su intervención (min. 19:55):
Si alguna vez, pongo por caso, Marruecos llegara a reconocer el árabe marroquí como lengua oficial, la situación cambiaría radicalmente, y se incluiría sin dificultad en los planes de estudio en las universidades, EEOOII y otros centros como una lengua independiente.
Puesto que, al margen de la consideración que reciba la lengua entre sus hablantes, hay sin duda un problema de actitud de fondo; no hacia el árabe marroquí como tal, sino hacia la comunicación en árabe (o con los árabes) en general. No se explica de otro modo la proverbial indiferencia del arabismo universitario español hacia la lengua árabe en cualquiera de sus formas (la oficial y las oficiosas), reducida a una herramienta necesaria pero engorrosa, a un bisturí esterilizado en el autoclave de la gramática-traducción, pero, en definitiva, manejado torpemente y a disgusto. Ya lo decía el siempre inspirado Julián Ribera (Disertaciones y opúsculos, II, p. 470):
Un idioma no puede ser estudiado a fondo sin otros instrumentos que las gramáticas y diccionarios: eso es aprender anatomía animal en estampas y dibujos, sin destripar nunca un miserable conejo.

Hay que decir, no obstante, que las cosas van cambiando (sí, hasta yo lo pienso —pero sólo a veces—) y que probablemente cada vez son más los estudiantes (y los profesores) de árabe interesados en aprender marroquí, y también las oportunidades de hacerlo, aparte de ir también en aumento el número de los que lo tienen como lengua materna. Queda por ver cuántos de estos alumnos lograrán alcanzar la suficiente competencia lingüística y didáctica, y cuántos conseguirán acceder a un mundo, el de la docencia, donde saber mucho o saber enseñar no lo es todo, ni a veces siquiera lo más importante.

Esto, que a muchos aquí les puede resultar familiar, no lo es menos en otros lugares. Como comentaba hace tiempo David Wilmsen en ARABIC-L:
Where do we find the teachers? That is what everyone is asking these days. We could find dozens upon dozens of hugely talented teachers if we got over our institutional bias toward PhDs. I personally know a score or more of brilliant teachers possessing Master's degrees in teaching Arabic as a foreign language and long years of experience who would come west under almost any condition. But they are competing with ABDs and PhD holders.

17 de mayo de 2010

Chomsky non grato

El sábado pasado, día 15 de mayo, se conmemoró, como todos los años, el aniversario de la Nakba (النكبة, lit. 'desastre'), el término con el que los palestinos hacen referencia a la serie de atropellos e injusticias que padecieron (y continúan padeciendo, de ahí la fuerza de la conmemoración) a raíz de la creación del Estado de Israel, en 1948, y la primera guerra árabe-israelí, entre las que destaca el desalojo de casi la mitad de la población palestina del momento, entre 750.000 y 800.000 personas.

Hoy se conoce la noticia de que Israel ha denegado la entrada a Noam Chomsky, que tenía previsto dar una conferencia en la Universidad de Birzeit: verdaderamente, Israel no podía haber elegido mejor manera de unirse a la conmemoración.

1 de mayo de 2010

La danza de los siete velos

Esta fotografía, tomada el pasado 11 de abril, ha sido noticia porque el rey saudí y su heredero aparecen en ella con una treintena de mujeres, la mayoría de ellas con el rostro descubierto, en el trascurso de la recepción a la que acudieron con motivo de su participación en un encuentro sobre sociedad e instituciones sanitarias. "Los liberales", dice la entrada de este artículo de El País que firma Ángeles Espinosa, "interpretan la foto como un mensaje del régimen" ya que en Arabia Saudí, en teoría, hombres y mujeres no pueden mezclarse (الاختلاط) sin que exista entre ellos un vínculo familiar. 

Para Asharq Al-Awsat (الشرق الأوسط), propiedad de un miembro de la familia real saudí, la noticia está en que, a raíz de la recepción, un grupo de profesoras de la Universidad Rey Abdelaziz de Jedda (جامعة الملك عبد العزيز بجدة) ha elogiado que el rey aprecie el papel de la mujer saudí y se reconozca políticamente la importancia del papel que desempeñan las mujeres, moviendo la rueda del desarrollo en el país. De "respaldo paternal" a las participantes habla el diario Okaz (عكاظ) y de "imagen que encarna la paternidad" el también saudí Al-Watan (الوطن), que además da los nombres y apellidos de las protagonistas. Hay que rebuscar entre los comentarios de los lectores para que surja la cuestión: "Mezclarse, ¿no era pecado?", dice uno. "Nos lo prohíben sólo a nosotros, al pueblo". Otro, en la misma línea, alude a la campaña de que ha sido víctima Ahmed Al Ghamdi (أحمد الغامدي) por haber cuestionado desde dentro este tipo de segregación en un artículo publicado a finales del año pasado, y se pregunta si las autoridades religiosas (المشايخ) tienen también algo que decir de esta foto.

Traigo a colación este asunto a propósito de ese otro que tanta atención ha recibido durante las últimas semanas en España: el caso de Najwa Malha (نجوى ملحة), una estudiante de secundaria a la que su antiguo centro le impedía asistir a clase por hacerlo con velo, incumpliendo así un reglamento pensado, según el propio director, "para alumnos empeñados en llevar gorras en clase". Se diría que, de Pozuelo de Alarcón a Najran (نجران), la ciudad cercana a la frontera yemení donde se tomó la foto que encabeza esta entrada, pasando por Gines, el velo es noticia. Cuando esto sucede, y últimamente lo hace de manera cíclica, se produce un curioso fenómeno mediático, que consiste en que la opinión y la información a menudo se contradicen. La primera se sirve caliente, como en el programa 59 segundos que emitió RTVE el pasado 22 de abril, y la segunda, fría, como este informe de El Mundo sobre el significado y el origen del 'hiyab' (حجاب). "Reducir la cuestión", dice este último, "a un simple pedazo de tela que se lleva por obligación no responde a la realidad" y, sin embargo, "sumisión" era precisamente lo que coreaban al unísono, a izquierda y derecha, sin excepción, los contertulios del programa.