Aparte de las que figuran en la ilustración, el cordero tiene otras partes: las tres en que suele dividirse con motivo de la fiesta del sacrificio (عيد الأضحى): un tercio se come, otro se regala (o se guarda), y el restante se hace limosna; o lo que es lo mismo: uno es para quienes ofrecen el sacrificio, otro para los familiares y amigos, y el restante para los necesitados.
Dice una fetua que he visto por ahí que, según las distintas escuelas jurídicas, los infieles quedan excluidos del reparto, aunque algunos ulemas lo consienten si se trata de "infieles no beligerantes" (الكفار غير المحاربين). Esta otra, en cambio, dice que no hay nada de malo en darle al infiel si es pobre, cercano, vecino o para "ablandar su corazón" (تأليف قلبه —con respecto al islam, supongo—).
En definitiva, felicidades a todos los musulmanes y feliz reparto.
27 de noviembre de 2009
Feliz fiesta y feliz reparto
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