10 de febrero de 2010

Tyrkjaránið

Combien que les Islandois ne pensoient avoir des autres ennemis que la pauvreté, & la glace, dont l'une leur est perpetuelle, & l'autre leur dure huict mois par an; neantmoins l'Alger leur convoita, par son avarice detestable, le bien de la liberté qu'ils possedoient seul, sans envie d'aucune Nation du monde.
---Emanuel d'Aranda, "Relation XLIII. La pitié impieuse d'un Esclave Islandois", Relation de la captivité et liberté du sieur Emanuel d'Aranda, Bruxelas, 1662, p. 368.

Lo último que puede uno imaginarse hoy en un recorrido por Islandia, la tierra del hielo, y por más que arrecie la crisis, es que hubiera un tiempo en que el país se caracterizara por su pobreza. Pero más difícil aún resulta creer que hasta allí llegaran piratas turcos... y sin embargo lo hicieron:
L'an mille six cens vingt sept, trois vaisseaux d'Alger, conduits par vn Renegat Allemand, nommé Cure Morat, furent si hardis que d'aller jusques en Dannemarc, où prenant terre en l'Isle d'Islande, ils enleuerent plusieurs mesnages escartez l'vn de l'autre, & firent esclaues quatre cens personnes qu'ils emmenerent.
---Pierre Dan, Histoire de Barbarie et de ses corsaires, París, 1649, p. 313.

En 1642 y a punto de abandonar Argel, Emanuel d'Aranda, el autor que encabeza esta entrada, recibe de un joven "couvert à la Turquesque" una petición en latín dirigida al embajador danés en Madrid. El turco en cuestión resulta ser uno de los secuestrados en la razia, que había ganado su libertad renegando y con el fin de rescatar a su madre, con la que había sido capturado, y "laquelle suffroit un insupportable esclavage, travaillant peniblement tous les jours, & estant battuë sans pitié". En el relato del joven es un "Islandois Renié" como él mismo, y no un alemán, quien conduce la expedición "pour prendre des Islandois, lesquels ne sçavoient qu'il y eut de ces Barbares au monde" (p. 369), comenta d'Aranda, y 800, en lugar de 400, los cautivos. Transmitida la petición, el rey de Dinamarca rescata "ses pauvres Islandois, & enrre autres cette Mere, dont le Fils avoit abandonné son ame, pour à icelle acquerir la liberté du corps, par une pieté perverse" (p. 372).
 
Los ataques habían tenido lugar en el verano de 1627 y constituyen lo que en Islandia se conoce como Tyrkjaránið (los saqueos de los turcos). Testigo excepcional de los mismos sería el reverendo Ólafur Egilsson (danés: Oluf Eigilssen), un pastor (de almas) que había sido capturado junto con su familia y que, tras una breve estancia en Alger, es liberado para que negocie un rescate con las autoridades danesas y vuelve a su tierra en 1628. Ólafur puso su testimonio por escrito y éste fue traducido al danés y publicado (¿en 1741?) con el título En kort Beretning om De tyrkiske Sø-røveres onde Medfart og Omgang, da de kom til Island i Aaret 1627 og der borttoge over 300 Mennesker, ihielsloge mange, og paa tyrannisk Maade ilde medhandlede dem (Breve relato de las maldades y trato de los piratas turcos, cuando vinieron a Islandia en el año 1627 y raptaron a más de 300 personas, mataron a muchos, y de forma tiránica los maltrataron). El pastor, curiosamente, subraya que eran los renegados de origen danés, noruego, alemán o inglés quienes se mostraban especialmente crueles:
The real Turks in their behaviour were just like other nations, if one may say so; those who had been Christians and abandoned their faith followed in clothes, beards and other things the same usage as the Turks, and it was just these that killed people, cursed and beat them, and did all that is evil.
---Bernard Lewis, "Corsairs in Iceland ", Revue de l'Occident musulman et de la Méditerranée, 15-16 (1973), 139-144 (p. 141-2)

Aunque los turcos de verdad, como advierte Þorsteinn Helgason en un artículo sobre la identidad de los atacantes, debían ser pocos y algunos de los identificados por Ólafur como tales podrían ser moros (Márar) o moriscos (Márar frá Spáni), ya que si parte de la flota (reducida a cuatro embarcaciones al llegar a Islandia) había zarpado de Argel, el resto lo había hecho de Salé, en Marruecos: esta última atacaría Grindavík, en la costa suroeste, y trataría de hacer lo propio en Bessastaðir, pero sin éxito; mientras que la primera comenzó por la costa sureste y continuó hacia las Vestmannaeyjar, un archipiélago en la costa suroeste.

Sorprende también la descripción que hace Ólafur Egilsson de las condiciones de su cautiverio ("A decir verdad, había bastante comida tanto por la mañana como a la noche") y de la ciudad de Argel:
The pastor noted the cleanliness and the bountiful nature of Barbary compared with the harsh way of life in his native land. "They enjoy their blissfullness hither", he commented.
---Þorsteinn Helgason, "Historical narrative as collective therapy: The case of the Turkish raid in Iceland", Scandinavian Journal of History, 22:4 (1997), 275-289, p. 276.

Hasta el punto de que cronistas posteriores se ven obligados a censurar de algún modo el relato (p. 286):
Ólafur Egilsson had seen their land in the outpost of Algiers and among the invectives in his travel tales there was also praise of the city, for its cleanliness and orderly manners and for the climate – without a winter, reaping twice a year, no housing needed for sheep. Certainly this was paradise. They enjoy their blissfulness in this life but ours come later, he said.

Soon, there was news of Icelanders who enjoyed the good life. Anna Jasparsdóttir, a young woman from the Westman Islands, married a Moorish convert and lived like a queen, clothed in silk and purple. [...] A few other Icelanders were known to have advanced in Algerine society and most young people had converted within a few years. By force or seduction, no doubt, but anyway...

When Björn of Skarðsá got the assignment to write a history of the Turkish Raid, he cleaned up his sources. No mention of Anna Jasparsdóttir. No frivolous talk of people who converted to the satanic faith of their own free will. And the seemingly positive traits of Turks and Barbary were explained properly. The cleanliness is not enjoyed by all, Björn insisted; the main square in Algiers is washed every day only because the king lives nearby, he said. Ólafur had written that the Turks were cheerful and kind to the children on the voyage to Barbary. Björn may have thought this was being too charitable and he added an interpretation: They do so to seduce the children to their evil faith.
Confirmándose así lo que había afirmado con anterioridad el obispo reformista Guðbrandur Þorláksson (1541-1627): que la gloria mundana, poder, riqueza y abundancia que sin duda tenían los turcos eran cosas transitorias, inútiles y efímeras, cuyo fin es el comienzo del castigo eterno...

Þorsteinn Helgason, autor de uno de los artículos mencionados, sobre la función terapéutica de la narración histórica, y de una tesis doctoral sobre el tema, es también director y escritor del documental Tyrkjaránið, a cuya versión en inglés se le ha dado el curioso título de Atlantic Jihad. Teniendo en cuenta que Bernard Lewis, el célebre orientalista, aparece en el documental, uno se pregunta si el título no habrá sido sugerencia suya, aunque bien es verdad que, según se nos advierte, es él y no el resto de los entrevistados o el equipo quien considera una guerra santa (dsíhad) lo sucedido en Islandia en aquel verano de 1627. "This is the extreme point reached in the Islamic extension into Europe", dice abriendo el documental (min. 0:30). "This is called the maritime Jihad", afirma más adelante (min. 1:01). "This is Jihad", insiste, "and Jihad is a Holy War for the faith". Dado el título, en fin, no es de extrañar que abunden las referencias a él en sitios de Internet claramente islamófobos. Si cualquier acción violenta cometida por musulmanes contra cristianos es yihad (جهاد), ¿por qué no habría de ser cruzada cualquiera cometida a la inversa?

5 comentarios :

Jesús dijo...

Y ahora me dirá vd. que lee islandés y danés académicos tanto como habla rifeño doméstico. No te amuela, el tío...

PD: Si se le ocurre cerrar este chiringuito como su displicencia había amenazado en algún momento anterior de los comentarios, le pongo un pleito. Por lo criminal, concretamente.

Anís del moro dijo...

Ya me gustaría, ya, pero no: mi capacidad para descifrar islandés y danés viene del Traductor de Google y, en mucha menor medida, de mi fascinación por Islandia, donde no es difícil disfrutar de ese blissfullness terrenal (telúrico, diría yo) del que gozaban algunos islandeses cautivos en Argel, como decía Ólafur (al menos durante los meses de verano).

P.S.- No sé, además, cómo le extraña a Vd. que un arabista de formación hable de cosas que no sabe y lea lenguas que no entiende... Por otra parte, Islandia es como un parque jurásico del inglés.

Jesús dijo...

Para su catálogo de exotismos, o no tanto, quizá interese el trabajo de la colega Αγγελική Ζιάκα sobre recepciones cultas o vulgares del islam en la Grecia otomana y, concretamente, su tesis La recherche grecque contemporaine et l’Islam y su artículo Η ελληνική λαϊκή μούσα και το Ισλάμ κατά την εποχή της οθωμανικής κυριαρχίας.

Anís del moro dijo...

Slaying of Spaniards in the West fjords in 1615 - an exhibition and a conference 24th of June 2006.

Anís del moro dijo...

Þorsteinn Helgason, "La incursión «turca» en Islandia de 1627", Al-Andalus y la Historia, 12.01.2024.

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