Ja, ja... Pues si son tan risueños como los míos, no digo yo que no. Y si ello implica pasarlo en البلاد, mejor que mejor, porque aquí el ambiente no acompaña mucho...
(Ahora que no nos oye nadie: cuando llegó el momento del anuncio –me han contado–, dijo: «Sí, mamá, es goy, pero es el goy más judío que he podido encontrar»).
Jo, jo... Qué bueno. Ya veo que también son gentes de buen reír. La comparación es facilona y tiene en sí algo de goy, pero no me diga usted que la anécdota no parece sacada de una película de Woody Allen... Y se lo dice uno que estuvo algo más de año y medio ejerciendo de גוי של שבת en Túnez (por ser precisamente, imagino, el goy más judío al alcance). La vecina para la que ejercía, aquella buena mujer, nunca debió sospechar cuántas veces estuvo a punto de morir, haciéndome encenderle el gas de la cocina a las tantas (a veces teniendo que cambiarle la bombona), a la vuelta de una noche de marcha... Y es que, como dicen los tunecinos: «فمّة ربي».
Y con el peligro de ponerla perdida, a la pobre mujer, por un quítame allá un لبلابي a deshora, que son muy traicioneros para el estómago (o, al menos, para mí lo eran, y eso que el de final de حلق الوادي me pillaba cerca de casa).
Mmm... yo era más de درع (pero con bien de فزدق por encima, no como éste) aunque el لبلابي también lo echo de menos, y más en ramadán. La señora debía tener confianza en mi estómago, a juzgar por la غريبة de garbanzo con la que me obsequiaba de vez en cuando, más dura que una piedra.
(La verdad es que los comentarios están quedando muy "de desayuno".)
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6 comentarios :
¿En compañía de suegros y cuñados? Ahora que ya se acaba...
Ja, ja... Pues si son tan risueños como los míos, no digo yo que no. Y si ello implica pasarlo en البلاد, mejor que mejor, porque aquí el ambiente no acompaña mucho...
(Ahora que no nos oye nadie: cuando llegó el momento del anuncio –me han contado–, dijo: «Sí, mamá, es goy, pero es el goy más judío que he podido encontrar»).
Jo, jo... Qué bueno. Ya veo que también son gentes de buen reír. La comparación es facilona y tiene en sí algo de goy, pero no me diga usted que la anécdota no parece sacada de una película de Woody Allen... Y se lo dice uno que estuvo algo más de año y medio ejerciendo de גוי של שבת en Túnez (por ser precisamente, imagino, el goy más judío al alcance). La vecina para la que ejercía, aquella buena mujer, nunca debió sospechar cuántas veces estuvo a punto de morir, haciéndome encenderle el gas de la cocina a las tantas (a veces teniendo que cambiarle la bombona), a la vuelta de una noche de marcha... Y es que, como dicen los tunecinos: «فمّة ربي».
Y con el peligro de ponerla perdida, a la pobre mujer, por un quítame allá un لبلابي a deshora, que son muy traicioneros para el estómago (o, al menos, para mí lo eran, y eso que el de final de حلق الوادي me pillaba cerca de casa).
فمّة ربي... يا بادية بالعيب!
Mmm... yo era más de درع (pero con bien de فزدق por encima, no como éste) aunque el لبلابي también lo echo de menos, y más en ramadán. La señora debía tener confianza en mi estómago, a juzgar por la غريبة de garbanzo con la que me obsequiaba de vez en cuando, más dura que una piedra.
(La verdad es que los comentarios están quedando muy "de desayuno".)
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