Un arabista o un islamólogo, piensa mucha gente, es alguien al que deben caerle bien los árabes y los musulmanes, puesto que se dedica a estudiarlos (es decir, en la creencia, trasnochada desde hace décadas, de que se les puede estudiar aparte, y de que "es el objeto de estudio y no el método lo que da lugar a una ciencia", como dice J.M. Ridao). Ayer por la tarde le comentaba a Tabti, que ya anda por aquí, que los españoles que estudiamos árabe y lo enseñamos no estamos necesariamente a salvo de muchos de los prejuicios que tiene el resto de la sociedad española, y que es precisamente entre especialistas como nosotros, a los que se nos supone, en efecto, una afinidad, una sensibilidad especial, donde mejor se aprecia (y más choca, sin duda) el arraigo de algunos de esos prejuicios, por más que el refinamiento con que se manifiestan pueda ser extremo.
Lo que no es tan habitual es que un arabista o un islamólogo haga profesión pública de dichos prejuicios, camuflados bajo un supuesto conocimiento científico de la materia, avalado a su vez por la consabida jerga académica. Leo en El País que "el proceso contra el líder islamófobo holandés Wilders tendrá que repetirse por falta de imparcialidad del tribunal" porque "la sala ha impedido la declaración de un arabista, testigo de la defensa" (es decir, de Wilders). El arabista en cuestión no es otro que Hans Jansen, que se presenta en su sitio web (al menos en la versión neerlandesa) como uno de los pocos "Islam watchers" de los Países Bajos que se atreve a contemplarlo sin gafas de color rosa ("zonder roze bril")...
Que un arabista comparezca como testigo ante un tribunal, en calidad de experto, no es nuevo: aquí en España lo hicieron varios, también de parte de la defensa, durante el juicio contra el célebre imán de Fuengirola, celebrado en Barcelona en 2003, pero el caso era muy distinto. También lo hizo, pero no ante un tribunal sino ante una comisión, la de investigación de los atentados del 11 de marzo de 2004, la arabista Gema Martín Muñoz.
Releyendo ahora la traducción al inglés del artículo que le dedicó Michel Hoebink, del servicio árabe de Radio Nederland, a Jansen en 2008, con motivo de la irritación que éste había causado entre sus colegas con la publicación de su Islam voor varkens, apen, ezels en andere beesten (El Islam para cerdos, monos, burros y otras bestias), he reparado en este último párrafo, en el que Hoebink, él mismo arabista de formación, se pregunta:
Lo que no es tan habitual es que un arabista o un islamólogo haga profesión pública de dichos prejuicios, camuflados bajo un supuesto conocimiento científico de la materia, avalado a su vez por la consabida jerga académica. Leo en El País que "el proceso contra el líder islamófobo holandés Wilders tendrá que repetirse por falta de imparcialidad del tribunal" porque "la sala ha impedido la declaración de un arabista, testigo de la defensa" (es decir, de Wilders). El arabista en cuestión no es otro que Hans Jansen, que se presenta en su sitio web (al menos en la versión neerlandesa) como uno de los pocos "Islam watchers" de los Países Bajos que se atreve a contemplarlo sin gafas de color rosa ("zonder roze bril")...
Que un arabista comparezca como testigo ante un tribunal, en calidad de experto, no es nuevo: aquí en España lo hicieron varios, también de parte de la defensa, durante el juicio contra el célebre imán de Fuengirola, celebrado en Barcelona en 2003, pero el caso era muy distinto. También lo hizo, pero no ante un tribunal sino ante una comisión, la de investigación de los atentados del 11 de marzo de 2004, la arabista Gema Martín Muñoz.
Releyendo ahora la traducción al inglés del artículo que le dedicó Michel Hoebink, del servicio árabe de Radio Nederland, a Jansen en 2008, con motivo de la irritación que éste había causado entre sus colegas con la publicación de su Islam voor varkens, apen, ezels en andere beesten (El Islam para cerdos, monos, burros y otras bestias), he reparado en este último párrafo, en el que Hoebink, él mismo arabista de formación, se pregunta:
But if Dutch Islam experts have so many objections to Dr Jansen's statements, why is there so little opposition to what he says?A lo que uno de sus entrevistados, el profesor Martin van Bruinessen, responde que:
Most Arabists are just too busy with their own research and with writing scientific papers. Dr Jansen, who for several years now has only written populist pieces, is never actually taken seriously by his peers. "They have failed to realise for too long now that the media do take him seriously."Vayan, vayan Vds. apostando quién va a ser nuestro Wilders, quién nuestro Jansen y cuál la (o-)posición del gremio.
18 comentarios :
En este país quizá no tenemos este tipo de personajes dándose a conocer como arabistas/"islamólogos" de profesión, aunque no cuesta mucho entender que César Vidal sería uno de los equivalentes españoles (y sino, al su libro "España frente al Islam" me remito); un tipo sin ninguna formación reconocida en este país y que desde luego no es tomado en serio por la academia, pero que por otro lado publica libros de "divulgación" sobre temas diversos relacionados con la religión y la historia que son muy populares y que adornan las estanterías de preferencia de tiendas como el Corte Inglés, a pesar de la baja calidad de su contenido. Por no mencionar del éxito que tiene entre determinado segmento de la población.
Lo que hace falta es que la academia española pase a publicar libros divulgativos de calidad y a tener un papel representativo en los medios, algo que es más común en el ámbito anglosajón y francés que en el nuestro. Una cosa es tener ideas polémicas bien fundamentadas (es decir, que puedes ofrecer un punto de vista/interpretación informado sobre un tema), y otra cosa es un discurso populista basado en prejuicios y la ignorancia.
Es normal que a pesar de ser el "mundo árabe" el "objeto de estudio" de muchos, no tiene porque gustarles en su totalidad y creo que se debería de poder ofrecerse la opinión propia, siempre que no se presente como "hecho indiscutible". La subjetividad, en mi opinión, que es importante (y, lo queramos o no, inherente al estudio) en la academia y que la crítica y las réplicas, en definitiva, el debate, ayudaa a avanzar en el conocimiento.
Gracias por el comentario, Reyhan, y bienvenida (خوش آمديد, hoş geldiniz) al blog. A mí sí que me viene a la mente un posible ejemplo de jansenismo a la española: el de Serafín Fanjul, catedrático de Literatura Árabe en la UAM, aunque ya se sabe que las comparaciones son odiosas.
Hoş bulduk :). Conocemos casi de sobra a Serafín Fanjul y sus ideas, pero independientemente de la postura (o más bien giro radical) que ha tomado últimamente, no deja de ser un arabista entendido e intelectualmente muy válido, al menos desde mi punto de vista (aunque no esté de acuerdo con él en much(ísim)as cosas). Prefiero que esté Fanjul representando al "frente conservador" en la televisión que César Vidal o similares.
Pero en general la tónica es que en los platós de TV esté gente poco cualificada que sabe poco o nada del asunto y que sólo contribuyen a la desinformación general, que es lo peor de todo (ya que además la gente no tiene criterio para discernir qué es cierto de lo que no en estos asuntos, y luego repite en la calle lo que se dice por televisión, contribuyendo aún más a los prejuicios e ideas preconcebidas).
Por ello creo que la academia tiene que bajar de las alturas y participar en los debates televisivos y publicar artículos y libros; aparte de que hacen mucha falta espacios culturales en la televisión de este país (en Turquía tienen un programa sobre historia genial que se llama Tarihin arka odasi (cuya página web es: http://www.tarihinarkaodasi.com/) en el que se discuten muchos temas de historia en la que historiadores y participantes hablan de estos temas como si fuera una tertulia de café).
Por ejemplo, blogs como el tuyo son muy informativos y hacen falta muchos más y que sean más notorios en la blogosfera. Yo espero contribuir también a mi manera con mi pequeña bitácora.
Me has quitado el Fanjul de la boca, Antonio, pero supongo que es el ejemplo más evidente. Aunque ya lo has hecho tú en alguna ocasión, convendrá recordar el análisis que le dedicó en su tesis doctoral (luego reciclado) Fernando Bravo López a la islamofobia de César Vidal Manzanares y a sus adláteres más inquietantes en ese aspecto, como José María Aznar (por cierto que, en mi opinión, la parte que dedica al antisemitismo Bravo López en su tesis es de un calado bastante más flojo que su análisis de la islamofobia).
Cabría preguntarse, como ya se ha hecho alguna vez, por la capacidad propiamente intelectual de respuesta a estos islamólogos islamófilos de oficio, que, siguiendo la discutible clasificación de Luz Gómez, entraría en su modelo n.º 3, «amigos (torpes) del islam». Por ejemplo, en opinión estrictamente personal, y por eso poco útil, de un servidor, la responsable del centro gubernamental dedicado a la arabofilia activa me pareció, en la única ocasión en que la he visto en persona, de un dogmatismo apresurado. Hace pocos días, una familiar que no tiene nada que ver ni con el arabismo ni con la arabofilia ni con sus antónimos (solo es una ciudadana curiosa) me hizo el siguiente retrato de la misma responsable, que mi familiar veía y conocía por primera vez: «El miércoles estuve en una conferencia sobre arquitectura "islámica" en Segovia (en la semana árabe de Segovia) y vino a la presentación la directora [...], me pareció una fanática que llegó, hizo su proclama o mitin o lo que sea y se marchó... menos mal que la conferencia estuvo genial»).
Sin más trascendencia que una mera apreciación personal, me pregunto qué valor tendrán iniciativas oficiales como la que dirige esta responsable con lo poco dada que parece a buscar la trascendencia serena de su labor como servidora pública y si con estos mimbres, si es que mi apreciación no es errónea, se puede tramar una respuesta coherente al jansenismo patrio o foráneo.
Yo en lo de Fanjul discrepo: escribir según qué cosas lo desacredita a uno por completo como especialista, independientemente de lo que haya hecho hasta entonces. Es decir, lo desacredita a uno, no a su obra pasada (ni a aquella actual, por supuesto, que esté libre de un sesgo tan evidente). En eso, creo, sí estamos de acuerdo. Pero por lo demás, que Fanjul tenga una formación académica de la que carece Vidal debería ser más baldón para el primero, visto el uso que hace de ella, que para el segundo. Sin embargo, curiosamente, no es así, lo cual deja traslucir, a mi modo de ver, un culto ingenuo al currículum.
El arabismo ha acotado para sí un terreno tan vasto que puede "hacer algoritmos en la luna de la erudición oriental", como decía García Gómez, "o volverse caritativa y marginalmente hacia la comprensión del mundo árabe contemporáneo" sin dejar de serlo. No es de extrañar, así pues, que un mismo arabista pueda ser un buen matemático y un pésimo sociólogo, y viceversa, como de hecho sucede, o que haya estudiado el folklore de los árabes por una parte y haga de ellos folklore por otra. Coincido contigo, ¿Renata?, en lo de la divulgación y te agradezco mucho tus amables palabras sobre el blog. Gracias también por el enlace a "la trastienda de la Historia". Ya nos contarás de dónde te viene el interés por Turquía, Irán, Pakistán, etc.
Bueno, Jesús, era una especie de anzuelo: más que quitártelo de la boca es que has tardado en picar... jo, jo. Gracias por los enlaces. Recordaba haberte leído escribir (haberte oído hablar) del "hebraísta de poca monta", pero no los detalles. Hombre, yo creo que Luz se refería a esos "amigos del islam" que proyectan tontamente (bien por verdadera torpeza o por falta de autoridad, del tipo que sea) una imagen más o menos negativa del mismo; categoría, por cierto, que podría fundirse perfectamente con la nº 5, la del "musulmán esclarecido". Dudo que ella misma incluyera a la condecorada (الحائزة على الجائزة) en esa categoría. Por eso le sugerí yo una séptima, que podría ampliarse y adaptarse al caso.
En cuanto a la iniciativa, no sé muy bien qué decirte que quepa en un comentario. A algún que otro colega, sospecho, le gustaría que la Casa en vez de "Árabe" fuera "del Arabista" (en masculino inclusivo, y en ningún caso en femenino), por aquello de tener quien te publique (esta vez en el buen sentido, no en el de los flamencos), te invite a dar conferencias, etc. A mí la programación, que es lo que importa, supongo, me parece interesante y oportuna en general, y al frente del centro de lengua, que es de lo que yo mejor puedo opinar, está una colega muy valiosa.
Probablemente el interés me viene como le vendrá a mucha gente, "dar la vuelta al mundo el 80 días" y el National Geographic... luego una cosa lleva a la otra ;). (Por cierto, Renata es mi nombre, Reyhan es como me llaman en Turquía).
Acabo de ver que los vídeos del programa no están en esa página web y yo ya no tengo el enlace de donde los veía... :( (pero están muchos de los programas de "Tarihin arka odasi", sino todos, en YouTube).
Chico, es que no llega uno a todo lo que quiere llegar. Por medio se mete a lo que uno tiene que llegar, que no es que uno quiera, claro.
Bueno, precisamente porque son impresiones personales, aunque no necesariamente deslavazadas, las expreso en el jardincito relativamente recoleto de los comentarios. Estoy muy de acuerdo en lo de la programación y más aún dada su política decidida de «descentralización». En los cursos de lengua, tengo opiniones (de segunda mano) discordantes: entusiastas en los de دارجة por parte de una absolute beginner, tirando a críticos por cierta improvisación docente en los de فصحة por parte de una desgraciada discente en esto de darse de bruces con la docencia del árabe. Por lo demás, para lo bueno y lo malo, tenían donde mirarse a la hora de montar el invento. Y, lo digo con envidia, es de una coherencia temática y programática notablemente mayor que la del invento que me compete más directamente.
Lo que me preguntaba es que, llegado el momento del cambio de gestores de la cosa pública, una trayectoria como la de la responsable en cuestión servirá para que se perpetúe la institución (o sea, el invento) o para todo lo contrario. Que no lo sé, vamos.
Pues encantado, Renata-Reyhan (aromático nombre, por cierto, como el de este blog). Los de National Geographic, desde luego, pueden darse por satisfechos...
La desgraciada discente, don Jesús, ¿no será ésta? Lo digo porque el enlace de usted apunta a varón (escaldado también, pero varón al fin y al cabo). A mí, en efecto, también me han llegado opiniones encontradas, por no hablar del libro de texto empleado (del que ya he hablado, por eso) y de una progresión tal vez excesivamente ambiciosa (¿un A2-B1 en sólo 360 horas?), pero nada, en definitiva, que permita "arrojar la primera piedra", porque de pecados como ésos ninguno en el gremio anda libre. Vamos, que el apunte me parece pertinente, pero será que "lo que he visto me ha hecho dos tontos", que decía Calderón y luego Alberti.
De "la responsable en cuestión" se rumoreó que aspiraba a una servidumbre (no sé si de paso) in pártibus infidélium, una garcigomecía, que le obligaría a dejar el invento en otras manos, pero no me pregunte más. Las Escuelas de Estudios Árabes de Madrid y Granada las creó la II República y, de un modo u otro, continúan en pie, aunque sólo la segunda haya mantenido el nombre. El Instituto Hispano-Árabe de Cultura, el célebre IHAC, se creó en 1954, se independizó en 1974 y cambió de nombre en 1988 para acabar diluyéndose en la AECI. Así que, quién sabe, lo mismo de aquí a diez años sólo queda la sede de Córdoba...
Ah, don Jesús, que se me olvidaba: es فصحى (o فصيحة en todo caso), no فصحة.
Esto mío ya no tiene remedio, está claro. Lo de la desgraciada discente (que no, no es esa) espero que tenga más remedio. Y, en puridad, lo de فصحى por فصيحة es «árabe de arabistas», que fue el que me enseñaron en un primer momento y algo quedó. Cuando luego llegó el «árabe de los árabes», dentro de clase era الفصيحة y, fuera, العربية por oposición al دارجة. Nada que vd. no sepa, claro está.
Ustedes disculpen la interrupción a tan interesante debate, pero no puedo menos que decirle a Renata que los turcos, en mi opinión, no son el mejor ejemplo como honestos difusores de la Historia (y siempre hay que hacer, como en todo, alguna honrosa y perseguida excepción). Y, ya que estamos, por enlazar con el tema que nos entretenía, hay que recordar, en la programación de Casa Árabe, la organización de unas jornadas sobre Turquía pasado, presente y futuro: 4-6 De Julio De 2007. Curso "turquía En El Umbral De Europa" en el Escorial (y toda la programación turcófila que le ha seguido después) en las que no se dio voz a ningún armenio, que algo tendríamos que opinar en el asunto ¡digo yo! Y cuando se le hizo notar a la directora de la Casa, con tiempo suficiente… ni siquiera se digno responder.
Pero claro, no me he caído de ningún guindo y conozco perfectamente lo del “partenariado de civilizaciones” y las razones políticas de cada uno.
Un saludo
Aram Hamparzoumian
No lo he entendido muy bien, Aram: ¿quieres decir que cada vez que se organice un curso, conferencia, etc., que trate sobre Turquía, hay que invitar a un armenio para que opine sobre el asunto?
Bueno, nada disculpa; hasta otro día!
Aram
Hasta otro día, Aram.
(La disculpa y la despedida, entiendo, eran la respuesta a mi pregunta.)
Este hombre es que le da a todo. ¿Será un «allesoloog»?
Será, será... O un holólogo, que diría yo.
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