4 de enero de 2012

Un altre tarannà

Carles Múrcia es autor de la tesis La llengua amaziga a l'antiguitat a partir de les fonts gregues i llatines (Universidad de Barcelona, 2010) y protagonista, el pasado 3 de septiembre de 2010, de la sección "Cara a Cara" del Diari de Sabadell, en la que se vierten estas perlas:
Tenir amaziks és bo perquè no són conflictius. Els que trafiquen amb droga venen de nuclis urbans del nord del Marroc. Els amaziks són més rurals, més humils i més austers. És un altre tarannà.
Quan anem al Marroc a fer turisme no ens assabentem de res?
No perquè ells també ens enganyen. Et venen un país àrab, el país de les mil i una nit i les catifes voladores perquè pensen que es el que tu esperes.
Els que et diuen «jo berber» són amaziks?
Sí, tots.
Són un col·lectiu marginat?
Sí perquè durant el colonialisme els francesos van impulsar la cultura àrab i la religió islàmica fent-les dominants. Pero és una ficció.
Què és una ficció?
Que Marroc sigui un país àrab. És com el conte del vestit de l’emperador. Ningú consumeix àrab estàndar clàssic, però ningú gosa dir-ho.
No lo dude: si tiene Vd. vecinos marroquíes o norteafricanos en general, no deje de preguntarles si son bereberes (es decir, amazigues) o árabes y desconfíe si insisten en lo segundo, porque o mienten y quieren venderle fantasías orientales, o lo que quieren venderle es droga.

4 comentarios :

Anónimo dijo...

Me imagino que aquí tiene mucho que ver la ideología política del autor, que no debería de extrapolar a la realidad marroquí ni a ningún trabajo académico. De hecho, debería hacérselo mirar.

Anís del moro dijo...

A mí, en cambio, me parece estar leyendo a uno de esos militantes que en aras de una reivindicación (por otro lado más que justa) de la lengua y la cultura amazigs caen en simplificaciones y antagonismos insostenibles (del tipo "árabes malos, bereberes buenos"). Por lo demás, queda de manifiesto que se puede hacer una buena tesis sobre el bereber en la Antigüedad y desbarrar, sin embargo, sobre el colonialismo francés en el Norte de África (este año, por cierto, se conmemora el centenario del inicio oficial del Protectorado español en Marruecos) o la realidad lingüística de un país (que en el mejor de los casos es tan árabe como bereber: según el RGPH de 2004, sólo un 28,2 % de la población hablaría bereber).

Si hay algo divertido (aunque no menos simplista) es que Múrcia dé a entender que no es básicamente la demanda, sino la oferta, la que a lo largo de los años ha generado un Marruecos miliunanochesco y de alcatifas volantes para consumo del turismo masivo.

ISAAC dijo...

Y que opinas de la extensión de la enseñanza del tamazigh a todo Marruecos. ¿Incluso a zonas no berberófonas?. el otro día vi un documental de la televisión vasca donde se hacía referencia a la enseñanza de tamazigh en institutos de secundaría en Casablanca (por otra parte tampoco se cual de las tres variedades bereberes de Marruecos se enseña en el sistema educativo). Yo creo que al final, con este tema, como con tantos otros, se pasa de un extremo al otro y llegamos de la marginación del idioma al absurdo sin solución de continuidad...

Que por cierto en dicho documental también había un activista rifeño negando la esencia árabe de Marruecos... Cuando, como tu dices, es tan árabe como bereber...

Anís del moro dijo...

Las lenguas, como no se quejan, son presa fácil de ilusos y oportunistas, a algunos de los cuales se les supone una formación (socio-)lingüística que o sacrifican en aras de la conveniencia o realmente no tienen. En torno al amazig se escuchan muchos despropósitos y desde luego sería lamentable que en lugar de estimular su uso de un modo realista o de documentar la riqueza de sus distintas variedades, se estuvieran malgastando en cambio tiempo, dinero y esfuerzo en entelequias que en nada mejoran la vida de los ciudadanos que las hablan.

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