Manifesta es
una bienal europea de arte contemporánea cuya octava edición,
Manifesta 8, se celebra este año en la Región de Murcia bajo el lema "En diálogo con el Norte de África". Interesado en participar en la convocatoria de
eventos (¿acontecimientos?) paralelos de la bienal,
Youssef Tabti (يوسف تابتي), un artista francés de origen argelino, radicado en Hamburgo, contactó conmigo hace ya varias semanas para solicitar mi colaboración y la de mis alumnos en un proyecto en torno a la lengua árabe, que en la práctica consistiría en documentar y exponer, a través de Internet y de una instalación audiovisual itinerante, el trabajo que realizamos en clase.
Cualquiera que siga este blog (?) comprenderá que el proyecto me interesó enseguida porque, en primer lugar, trata del aprendizaje y la enseñanza del árabe; y en segundo, porque lo hace desde un doble punto de vista: el de los protagonistas por un lado y el de un artista (y he aquí lo novedoso) por otro. Como le comenté al mismo Tabti en su día, hay algo más de interesante en el proyecto, y es que enlaza con una práctica mía a la que los estudiantes (a su pesar, imagino) están ya acostumbrados: la grabación en vídeo, curso tras curso, de sus pruebas de comprensión y expresión oral, en forma de entrevistas individuales con el profesor. Aficionado como soy a la cámara (a la fotográfica, más que nada), siempre procuro que el encuadre, el ángulo, etc., sean los más adecuados, pero el objetivo (no el de la cámara, sino el mío) no deja de ser bastante prosaico: ante todo facilitar la evaluación y la revisión de las pruebas orales, y de paso ir creando un banco de grabaciones destinado a la investigación, que entre otras cosas permite seguir la evolución de un mismo alumno a lo largo sus cuatro años de estudio. Confío en que, si los de Manifesta 8 seleccionan el proyecto y todo marcha como está previsto, por fin tendré ocasión de verle el lado creativo a esa irrupción de la cámara en el aula.

Tabti ha tocado ya con anterioridad el tema del árabe y las barreras lingüísticas en su obra
Muezzin (2007), sobre el islam en los medios de comunicación occidentales. Esta
videoinstalación muestra al
imam Münir Çamlı, de la
Mezquita Central de Hamburgo, llamando a la oración a la par que un periodista sordo, encarnado por el intérprete
Thimo Kleyboldt, habla en lengua de signos sobre el islam en los medios; y al parecer cosechó "duras reacciones" entre el público y los colegas de Tabti, según se dice en
esta entrevista con el autor. Hubo incluso visitantes indignados, que en opinión del artista se sentían atacados por el árabe ("durch die arabische Sprache angegriffen"), es decir, por la lengua en sí.
Esperemos que en nuestro caso, si el proyecto es seleccionado finalmente por los responsables de Manifesta, la mala sangre no llegue al río (es decir, al Segura). Lo digo porque, a raíz de que
en diciembre del año pasado la Junta de Andalucía osó contemplar la posibilidad de implantar "estudios de árabe
en algunas Escuelas Oficiales de Idiomas que actualmente no lo tienen autorizado, así como el incremento del árabe,
como segunda lengua extranjera, en determinados Institutos de Educación Secundaria", ahora circula por Internet (tanto en la red como a través del correo-e) el bulo de que, en plena crisis,
"España gastará 2.500 millones en enseñar árabe a los alumnos de la ESO". Poco importa que la cifra sea falsa, que se tratara de un borrador, que la medida afectara unicamente a
algunos, a
determinados centros y sólo dentro de Andalucía, o, más aún, que la Junta reculara y modificara el borrador apenas conocer la reacción del PP: de lo que se trata, precisamente, es de
balizar esas fronteras invisibles que dan título al proyecto de Tabti, confiando, imagino, en que con ello resulten aún más infranqueables.
Actualización (07.10.2010)
El bulo todavía
colea.